Alucinante

Estupefacto. Ése es el calificativo que define la sensación al leer las declaraciones del reelegido presidente de los constructores, Juan Eloy Durá, pidiendo un partido político formado por los empresarios. Lo ha visto en su viaje a Panamá, donde ha obtenido, según explicó, mayoría absoluta. Por poner un ejemplo, señaló a Botín como presidente del mismo y, por tanto, del país.
¿De verdad está dispuesto a promover, en lugar de suelo, un partido desde la patronal del ladrillo y construir, en lugar de viviendas y carreteras, las bases para acceder a la gobernación de España o de la Comunitat Valenciana?. ¿Primará más ganar dinero, principio esencial de cualquier empresa, o el bienestar colectivo?.
En cualquier caso, la solución es bastante clara en democracia: fundar el partido y participar en las elecciones.
La reflexión de Durá sorprende y, si se profundiza, asusta. Dada la experiencia, no quiero pensar lo que sería de nuestras costas y Parques Naturales, de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, la explanada de Alicante o el Desierto de las Palmas. Lo que les faltaba a los albañiles, tener el Boletín Oficial a su disposición. Nunca se tiene bastante. Por cemento que no sea. Así es la vida.