Medio perdón

El entrenador del Real Madrid ¿Pito? Mourinho tiene quien le escriba, quien le monte referendos y portavoces. Uno dice que no tiene que pedir perdón y el otro, el pobrecito Aitor Karanka, tiene que dar la cara cuando al «The Special One» le da la gana. Los periodistas políticos han mostrado sus discrepancias con la moda de las conferencias de prensa sin preguntas y los deportivos no han dicho ni mu en las ocasiones en que el protagonista ni siquiera acude para dar un comunicado con que justificarse.
Hace unos días apareció en los papeles un individuo (Eladio Paramés), a quien desconozco, para decir que el entrenador madridista no tenía que pedir perdón ni nada de qué arrepentirse. Ahora ha sido el propio «Pito» Mourinho quien ha expresado su sentir con respecto a lo sucedido en el Camp Nou en el partido de vuelta de la Supercopa. Ha pedido perdón, pero sólo al madridismo.
Podía haber incluido en la lista a la familia del agredido, aunque ello no le ha parecido conveniente. Digo yo que en los tribunales deportivos también cuenta lo del arrepentimiento, que, aunque en este caso no haya sido espontáneo, tal vez podría haber influido en quienes le van a juzgar. No habría perdido nada con un acto de hipocresía, no de contrición, que se sabe que tiene cien años de perdón y él no lo necesita, ni lo quiere.
El Comité de Competición de la Federación Española, al fin, ha considerado intervenir de oficio por un acto que ha sido denunciado por la opinión pública mundial. No deja de ser ironía que las faltas leves se paguen en la Supercopa y las graves en la Liga. Otro leguleyismo para enmarcar.