Zara a la tercera no va la vencida

«No hay dos sin tres» es lo que parece haber pensado el grupo español Inditex, propietario de Zara, que planea abrir una tercera tienda de esta marca en los parisienses Campos Elíseos. El mejor escaparate mundial y una mina de turistas inigualable. Sin embargo, sus deseos se han topado, de momento, con la oposición del Ayuntamiento de París, que tiene por norma denegar todo permiso de apertura a nuevos establecimientos textiles de más de mil metros cuadrados por aquello de preservar la identidad de la que siguen llamando en el país vecino, y no sin cierta vanidad, «la más bella avenida del mundo».
La negativa proviene de la Comisión Departamental de Reordenación Comercial (CDAC), que no quiere ver convertida la famosa vía en un almacén de ropa de marcas poco exclusivas y que reprocha a los grandes grupos textiles trabajar con unos márgenes de beneficio tan elevados que han disparado los alquileres de la zona. Hasta el punto de poner en peligro la viabilidad económica de negocios de ocio como cines, cafés y restaurantes, que temen no poder seguir asumiendo la subidas del coste del alquiler. Para justificar su apertura, Zara ha propuesto que la nueva boutique, de 1.300 metros cuadrados, se distinga por ser innovadora y a imagen de otros establecimientos vecinos, como ocurre con los concesionarios de automóviles, sea un mostrador cultural. Llegada la noche, sus vitrinas se iluminarían con reproducciones de imágenes de las diferentes exposiciones en París. Además, ha prometido convertir una de sus primeras tiendas en un Zara Home dedicado al hogar y a la decoración. Pero el grupo de Amancio Ortega, cuyas marcas gozan de gran predicamento en la capital francesa, no lo tiene todo perdido. Aún puede recurrir la decisión del consistorio ante la CNAC, de titularidad estatal, que generalmente da luz verde a los proyectos rechazados por instancias municipales, ya que su dictamen valora los requisitos técnicos y no el contenido.