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Juanjo Maqueda: «La Policía no actuó se quedó paralizada»

Juanjo Maqueda: «La Policía no actuó se quedó paralizada»
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Juanjo Maqueda fue jugador del Madrid en los tiempos de la Quinta del Buitre. Desde el mes de agosto es el entrenador del club egipcio Al Ittihad, en Alejandría. Dos días después de la tragedia de Port Said sigue conmocionado. Recuerda con estupor el SMS que le envió su amigo Oscar Elizondo, ayudante técnico del equipo agredido Al Ahly: «Esto es una guerra. Luego te llamo». Elizondo estaba dentro del estadio. Se llevó patadas e insultos y vio morir a un niño. «Me parece una tragedia totalmente evitable», clama Maqueda. «En los campos de fútbol egipcios suele haber militares, policías, tanquetas, pero allí los policías se quedaron totalmente parados, sin proteger a nadie. Había 3.000 agentes, si hubieran formado dos barreras de seguridad te aseguro que no habría pasado esto». Maqueda considera que la «crispación social que hay en el país se ha trasladado al fútbol». «Con el clima de tensión que vive Egipto, cualquier cosa sirve de detonante para ejercer la violencia. Hace un mes estuvimos en el campo del Al Masry. Nos tiraron piedras, es un estadio muy complicado. Pero nadie podía esperar que los seguidores del equipo que ganaba en Port Said saltaran endemoniados al terreno de juego para agredir a los jugadores y a los hinchas del equipo contrario». Maqueda está sintiendo el fútbol en Egipto de un manera muy distinta a como lo ha vivido en España, Grecia y México en calidad de jugador, y en Rumanía como entrenador. Para ilustrar la pasión por la liga nacional egipcia recurre a una anécdota personal: «Hace una semana presenté mi dimisión al dueño del club –sobrino del ex presidente de Egipto Anwar Sadat– porque no traían los refuerzos que pido. Cuando se enteraron, aficionados y miembros del club fueron a mi casa, algunos llorando, a pedirme que me quedara. Egipto vive el fútbol de una manera muy emocional, imposible en otro país». Su día a día está lleno de «normalidad», cuenta Maqueda. «Nunca he tenido miedo. Mi familia y mis amigos se preocupan, pero aquí no hay vandalismo».
 Y si hablo de mí tengo que decir que me he encontrado un gran respecto. Aquí aman el fútbol español y equipos como el Madrid y el Barcelona».