Cataluña
Fernández se propone ahorrar 125 millones al año
Un Ayuntamiento como «motor y no como lastre». Ése es el gobierno municipal que desea Alberto Fernández.
BARCELONA- El Ayuntamiento de Barcelona asume «gastos innecesarios» y el candidato del PP a las elecciones municipales, Alberto Fernández, se propone acabar con ellos. «Promoveré un plan de austeridad para ahorrar más de 125 millones de euros al año y en ningún caso afectará a las políticas sociales. Garantizaré que el gasto público sea productivo y que genere retorno», prometió ayer Fernández en una comida-coloquio organizada por la Cámara de Comercio de Barcelona bajo el título «Un cambio en la buena dirección».
El líder municipal del PP desgranó sus propuestas para dar un giro radical a la orientación política del Ayuntamiento de Barcelona ante un público compuesto en su mayoría por empresarios y directivos. «La "casa gran"–el Consistorio– ni debe ser tan grande, ni tan farragosa, ni tan cara. Hay que ponerla a dieta y adelgazarla. Hay que ponerla a hacer ejercicio para que sea ágil. El tiempo de la gente es un factor determinante para tomar decisiones económicas y la burocracia es un impuesto añadido más y disuade a los emprendedores», razonó Fernández.
El PP quiere facilitar a toda costa la recuperación económica y para ello cree que hay que dejar atrás «el exceso de intervencionismo» que hay en la vida municipal. «El Ayuntamiento tiene que ser un motor, no un lastre», sintetizó. ¿Pero cómo? Pues, según Fernández, simplificando la administración, suprimiendo organismos públicos, reduciendo impuestos e impulsando las infraestructuras necesarias.
El ejercicio de la autoridad
Si bien el combate contra la crisis centró la intervención de Alberto Fernández en la Cámara de Comercio, el dirigente popular también quiso subrayar sus prioridades en materia de convivencia. En este punto, como es habitual en él, evitó ser políticamente correcto. «Hay que ejercer la autoridad democrática cumpliendo y haciendo cumplir las leyes y las ordenanzas, sin impunidad ni permisividad para los que las incumplen», afirmó.
El líder municipal del PP abogó sin complejos por «endurecer las leyes» y fortalecer los recursos humanos y materiales de la justicia». Todo ello con el objetivo de luchar contra la delincuencia. Fernández subrayó en este punto que faltan 1.200 mossos para que Barcelona alcance la ratio europea de 2,5 policías por cada 1.000 personas.
En el coloquio surgió la cuestión de los pactos postelectorales. A nadie se le escapa que una de las opciones que se vislumbra es la alianza entre CiU y PP. Pero Fernández se mostró muy firme en este punto. No pactará con nadie que no respete las convicciones del PP en cuanto a la lucha contra la crisis y la delincuencia, los ejes de su programa electoral en estas municipales.
El dirigente popular advirtió además de que el cambio que necesita Barcelona «no es pasar de los tripartitos a un gobierno nacionalista» y puso en valor la propuesta del PP para que haya un ayuntamiento que plante cara al Govern y no sea sumiso. «Hay que reclamar a la Generalitat equipamientos escolares, sanitarios y de gente mayor», enfatizó.
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