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Nucleares ya

La Razón
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Quitarse la corbata para tener menos calor y así bajar el consumo de aire acondicionado, descender en diez kilómetros por hora la velocidad en las autopistas, aflojar y cambiar bombillas … y una serie de prontos al amanecer, que provocarán, entre todas y como mucho, una aminoración del consumo de energía en España del cuatro por ciento. Todo vale, cualquier ocurrencia sirve para este Gobierno, menos la de elaborar junto con el PP un Plan Energético nacional, tantas veces prometido por estas dos formaciones mayoritarias. ¿Cuál es el problema para no haberlo hecho? La demagogia ecologista. El rechazo ciego a las centrales nucleares. Zapatero ha cedido en muchas de sus obsesiones trasnochadas a base de coscorrones de los mercados, pero mantiene su despecho a esa energía, a pesar de que, por más vueltas que le dé a la cuestión, se trata de la apuesta de futuro. Es la más barata, la más limpia y se ha convertido en segura. Si sucediera una desgracia en un reactor, da igual que se halle al norte de Gerona que en Golfech o Marcoule, dos instalaciones francesas a un tiro de piedra de la frontera. ¿Ha sucedido algún accidente en las centrales galas? ¿Cuál es la diferencia? Que Francia es prácticamente autosuficiente y nosotros dependemos del exterior en casi el 90 por ciento. Que el vecino país se infla a vender electricidad al nuestro. Ya va siendo hora de asegurarnos el suministro energético mirando al futuro. Lo están haciendo todos los países desarrollados. ¡Ah! Y una recomendación a Mariano Rajoy y su PP: incluir en el programa electoral la construcción de alguna central nuclear. Por el bien de todos. El precio de la electricidad en España es un disparate. Y subiendo. Así es la vida.