OPINIÓN: Mojón africano

Con viento de levante, manda huevos y viva España manque pierda, otra vez el amable vecino de enfrente hostigando, cuando no limpiándose directamente a los que fueron tan españoles como nosotros. Y como el tema del Sahara Español no lo arregla ni la madre de todas las batallas que la parió, ahí estamos mirando con penilla a los pobres saharauis y poniéndonos de perfil cuando los masacran. Es increíble que ningún gobierno haya hecho nada por esta gente. Ni Franco que en paz descanse, ni Suárez y la UCD, ni Mister X, ni Aznar y su rollete con el jefe americano más tonto de los habidos. Y mucho menos el gobernante que sonríe como Mr Bean en las reuniones del G-20. Tanto sonríe, que parece que a le están pasando un doblaje diferente por los auriculares y está escuchando a Wyoming o a cualquier lebrel de los que ladran sus hazañas. Aquí nadie se hace responsable del mojón que nos está cayendo desde hace cuarenta años. De vez en cuando, cuatro artistas se confunden con el paisaje, visitan Tinduf y limpian la conciencia grabando un disquito que cae en el mismo olvido que la arena del desierto donde se pudren nuestros antiguos compatriotas. Y mientras, el amable vecino de enfrente a lo suyo, a muerte, a sangre. Y la Ministra de Exteriores en Bolivia, dándole 300 kilos de vellón al defensa escoba que tienen por Presidente. Esto es una vergüenza. Podría mirar hacia otro lado, pero no me sale de la gana. Hace un par de años entrevisté a una representante del Pueblo Saharahui y me rompió la caja del corazón con la verdad. Los del desierto han sido nuestros, necesitan sentirse un país y entre todos estamos ayudando a su asfixia definitiva. Nada que ver con la democracia por la que luchamos no hace mucho. Si pasa algo más, lo vamos a sentir. Que no me esperen en ningún hotel marroquí, que voy a hacer lo mismo que Rick en Casablanca: pasar de ellos. Que haya alivio y sálvese quien pueda.