De la supresión de ministerios al sueldo de los diputados

Madrid- No podrá decir el Gobierno esta vez que el PP está solo en sus posiciones. La soledad ahora es la de Zapatero, porque ayer la oposición al completo leyó la cartilla al Ejecutivo con casi idéntico argumentario: la debilidad del presidente al improvisar un recorte que, aunque insoslayable, ha sido impuesto por la UE y el impacto de los recortes sobre los más débiles. El primero en abrir el fuego fue Duran Lleida (CiU): «Un Gobierno con miedo no puede gobernar, sea usted más valiente», remachó antes de pedir, igual que hiciera Rajoy, la supresión de tres o más ministerios. «Las tempestades de ahora vienen de los temporales que ustedes sembraron», añadió al tiempo que pidió que la congelación del salarios de los funcionarios fuera acompañada de una reducción de la nómina de los diputados. José Antonio Alonso (PSOE) no sólo abrazó la causa sino que adelantó que su grupo la llevará a la Mesa del Congreso. Esto fue después de escuchar al peneuvista Erkoreka decir que «a perro flaco todos son pulgas», incidir en que los recortes venían impuestos de Bruselas y pedir a Zapatero que no usara la tormenta bursátil de la semana pasada tras la rebaja de calificación de la deuda española para invertarse coartadas, conspiraciones y ocultar flaquezas. Más duro fue el republicano Ridao, que llegó a acusar al presidente de ser «fuerte con los débiles y débil con los fuertes» con recortes sociales, y de no atreverse de adelgazar el Estado. Con todo, Ridao no llegó hasta donde su colega de grupo el ecosocialista Joan Herrera, que llegó a acusar a Zapatero de poner «en jaque» la recuperación al pasar de la recesión a la «depresión» y advirtió al presidente de que encontrará una «oposición contundente» en la Cámara y, seguro, que «también en la calle».