Atenas

Frailesconi por Alfredo Menéndez

La Razón
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El primer ministro italiano pierde la mayoría y anuncia que va a dimitir. El alcalde de Parla pierde la mayoría y se pega con Loctite al sillón. ¡Quién nos iba a decir que Silvio Berlusconi nos iba a servir de ejemplo para hablar de Parla! o para ser más exactos, quién se lo iba a decir a José Maria Fraile que acaba de estrenar cruda y dura realidad para lo que le queda de legislatura una vez que se ha quedado más sólo que la una y sin IU, su socio de Gobierno hasta ayer. Hasta este martes Berlusconi y Fraile tenían muchas cosas en común: los dos eran a la vista de sus opiniones públicas responsables del desastre económico. Los dos se empeñaban en no reconocerlo. Y los dos se amarraban como gato a un peluquín antes que dejar paso al siguiente. Pero cuando uno (Di Roma) renuncia y otro (Di Parla) permanece lo que nos queda, por mucho que le duela a Fraile, es que Berlusconi le está dando una última lección: saber perder y aceptar una derrota en lugar de enrocarse. No nos constan más parecidos afortunadamente para el alcalde de Parla ya que ni hay velinas, ni bungabunga, ni Villa Certosa. Y no será porque Parla no dé mucho juego en italiano para todas estas bromas. Lástima que el ayuntamiento y los funcionarios que se quedan en la calle no estén para cachondeos. La nueva realidad parleña se llama 16 contra 11. Los concejales del PP (11), IU (4) y UPyD (1) contra los diez ediles que apoyan a Fraile – él es el 11 - y no siempre. Si esta inestabilidad no le hace a Fraile pensarse las cosas dos veces es que no se merece seguir en el cargo. Parla ya se parecía a Atenas. Ahora podría fijarse un poquito en Roma.