Francia

Piden incluir como perjudicada a una agente que no estuvo en el atentado de Legutiano

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido incluir como perjudicada a una guardia civil que no estaba en el cuartel de Legutiano el 14 de mayo de 2008, cuando la explosión de una furgoneta-bomba mató al agente Juan Manuel Piñuel, dados los trastornos físicos y psicológicos que sufre desde entonces.

La Razón
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Así lo ha manifestado la fiscal Blanca Rodríguez en la última sesión de la vista a Arkaitz Goikoetxea, Aitor Cotano e Íñigo Gutierrez, en la que ha mantenido su petición de 534 años y medio de prisión para los dos primeros y ocho años de cárcel para el último.

En el juicio, que ha quedado visto para sentencia, Goikoetxea ha reconocido en euskera ser militante de ETA y ha dicho, según ha traducido la intérprete: "Todos los que han caído y luchan a favor de ETA"..., aunque no ha podido terminar su intervención por orden de la presidenta de la sección cuarta de la sala de lo penal de este tribunal, Ángela Murillo.

"Los objetivos políticos y sociales son y van a ser siempre...", proseguía afirmando el acusado, momento en el cual la magistrada le ha espetado: "Ya vale de objetivos". "Si eso es de lo que va a hablar, ya puede volver otra vez dentro", ha indicado Murillo que, ante los intentos de la intérprete por finalizar la frase, ha dicho: "nada, nada, no nos interesa eso".

Precisamente, la fiscal sitúa a Goikoetxea como el autor material del atentado que costó la vida a Piñuel, y basa sus argumentos en las declaraciones que prestó ante la Guardia Civil cuando fue detenido en julio de 2008.

También en un algodón con su ADN encontrado en el vehículo en el que huyó junto al responsable militar de la organización Jurdan Martitegi -arrestado en abril de 2009- después de colocar la furgoneta-bomba en el cuartel y que después abandonaron en el Alto de Urkiola (Vizcaya) con otro artefacto explosivo que llegó a inflamarse y fue posteriormente sofocado por la Ertzaintza.

Su intención, ha destacado, fue la de derrumbar el cuartel y "causar la muerte de toda persona que en él habitaba", en total 27, de los que 15 eran guardias civiles y 12 familiares, entre ellos seis menores de edad.

No obstante, ha pedido que se incluya como perjudicada a una agente que no se encontraba allí la noche del atentado -que en la vista aseguró que se sintió "culpable"por haberse marchado a su domicilio un día antes- porque, ha relatado, presenta un "grave cuadro clínico"con depresión y trastornos de adaptación que le impiden realizar su labor y que requieren de tratamiento.

Asimismo, la fiscal ha considerado a Cotano cooperador necesario, ya que realizó "actos sin los cuales no se hubiera podido cometer"el atentado, como la recogida de la furgoneta en Francia y su posterior entrega a Martitegi, y ha puesto en duda la prueba aportada por su defensa de que se encontrara en Sicilia aquel día, pues sólo han presentado "fotocopias de reserva".

En ello ha coincidido el letrado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Emilio Murcia, que se ha despedido del tribunal después de "veinte años defendiendo a las víctimas".

Por su parte, el representante de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), ha defendido que por primera vez esté personada como acusación popular -pide para Goikoetxea y Cotano 534 años y medio de prisión, y ocho para Gutiérrez- por una obligación "de carácter moral"y porque "hay que ser activo contra el terrorismo de ETA que tanto daño a hecho"a este colectivo.

Mientras, la letrada de Cotano, Jone Goirizelaia, ha aludido al testimonio prestado en el juicio por un guardia civil que siguió al acusado al aeropuerto y comprobó cómo se montaba en la aeronave, por lo que señaló que "no estuvo implicado de manera directa porque estaba en el avión".

La abogada, al igual que los defensores de los otros dos procesados, ha alegado que éstos sufrieron malos tratos y torturas cuando fueron detenidos y ha denunciado las "contradicciones insalvables"en sus respectivas declaraciones.