Ibiza

Pillaron en «top-less» a Trini Jiménez por Jesús MARIÑAS

Todavía no se sabe si Carmen Martínez-Bordiú y José Campos, que ahora andan juntos y casi revueltos por Mallorca, desfilarán este viernes en el Incosol marbellero proclamando la moda flamenca de Rocío Trastavine. Hay cosas en juego, problemática laboral de por medio, y esta tarde decidirán. Van posponiendo su visita al histórico Pazo de Meirás, residencia estival de la duquesa de Franco impasible a las campañas desprestigiadoras.

Pillaron en «top-less» a Trini Jiménez, por Jesús MARIÑAS
Pillaron en «top-less» a Trini Jiménez, por Jesús MARIÑASlarazon

Mientras, Marbella vela armas, rumores y suspicacias ante lo que posiblemente veamos el viernes en el turístico feudo de J. A. López Esteras, un retiro placentero y casi hogareño donde Felipe Campuzano toca el piano martes y jueves. Un lujo musical como el que Charo Vega prepara este fin de semana en Jerez con Arturo Pareja Obregón . La heromosísima tía de Pastora que con Lolita conformaba el trío perfecto con Carmen Ordóñez, se ha lanzado al mundo de las representaciones. Se arriesga y confía en que la cosa funcione pese a cierta improvisación.

 

Tampoco es que necesiten mucho más que su arte algo que todavía niegan a su sobrina: donde Pastora debuta con Juan Ribó, y pese a su exotismo facial, expande por los escenarios un clima de frialdad incomunicadora. Su debú barcelonés tuvo que rematarse con localidades rebajadas, a ver si así animaban al público como «Las Leandras» del Reina Victoria madrileño, que abarrotan desde su estreno reponedor. Enrique Cornejo no cayó en la tentación facilona de recurrir a su ex María José Cantudo para la protagonista.


Nostalgia. Es lo que empiezan a tener por la atiborrada isla donde parece que el Rey sale de Mallorca para embarcarse en una cacería de altos vuelos. Óptima noticia y excelente presagio de su ya casi total recuperación. Las Infantas salieron de la isla igual que Letizia. Ahora se descubre que allí solo las ataban cuestiones oficiales. Palma no es como Ibiza, más abierta y cosmopolita, donde Trini Jiménez estuvo a punto de protagonizar la «otra» foto del verano. La primera fue el beso del Príncipe a Letizia, aquí anticipado en exclusiva así como su precio de 45.000 euros, cifra récord cuando alguna revista sólo paga cinco euros la foto y las agencias cobran 20 por venta al detall. La ministra aspirante a la Comunidad madrileña como competidora de la insuperable Esperanza Aguirre, fue en yate exhibiendo un opulento «top-less» muy entonado con lo que prima por las costas pitiusas. Lo que retrataron es impublicable, y así no tendremos ni rastro de esta doble salida, acaso promocional. Fue un desparrame.