CiU amaga con un anticipo electoral

BARCELONA– Hay una amenaza que acompaña al Govern de Artur Mas prácticamente desde el inicio de su mandato, es la amenaza de convocar elecciones anticipadas. El presidente de la Generalitat la comenzó a formular en la negociación de los primeros presupuestos. Viendo que la oposición no se lo ponía fácil para sacar adelante las cuentas, Mas advirtió que no le temblaría el pulso para liquidar la legislatura y forzar un anticipo electoral. Ahora la amenaza vuelve a cobrar fuerza, pero en esta ocasión no por la imposibilidad de aprobar los presupuestos, sino por el temor a que su aspiración de un nuevo pacto fiscal caiga en saco roto.

El portavoz del Govern, Francesc Homs, no formuló ayer unaviso explícito de un avance electoral, pero fue lo suficientemente ambiguo como para no descartarlo: «Si durante 2012 esto del pacto fiscal no tiene un desenlace, es evidente que algunas decisiones se tendrán que tomar a lo largo de 2013», dijo en una visita al Mercat Figueter de Capellades (Barcelona).

Más contundente se mostró el presidente del grupo de CiU en el Parlament, Oriol Pujol, en una reciente entrevista con este diario. «Existe la opción de decidir que la legislatura acabe antes de hora para buscar la complicidad o el entendimiento de los catalanes en el sentido de que nos conviene un gobierno todavía más fuerte», afirmó.

Lo cierto es que CiU se siente muy segura de sus posibilidades de cara a unas elecciones. Al fin y al cabo, venció con holgura las últimas autonómicas, logró una victoria inédita en las generales en Cataluña y el Centro de Estudios y Opinión de la Generalitat continúa reflejando que los de Mas están al frente en intención de voto.

La lectura de CiU es que la mayoría de los catalanes entiende su política de ajustes presupuestarios y comparte la reivindicación de un pacto fiscal en la línea del concierto vasco. «Es un tema central de esta legislatura y el Govern ha planteado con el Estado un calendario de trabajo para el año 2012», subrayó Homs.

De momento, el Govern se centrar en atraer al PSC –que la pasada semana movió ficha y apostó por reducir la solidaridad catalana con el resto de España– hacia su terreno. En todo caso, el Govern asegura que tiene mayoría suficiente (con ERC e ICV) para intentar un nuevo acuerdo que reduzca a la mitad el déficit fiscal. Un acuerdo que el Govern ya explica como un asunto más que crucial. «O nos salimos con la nuestra o morimos», dijo el portavoz del Govern, parafraseando al ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol.

El momento clave será, como es lógico, la respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy. CiU se teme que la estrategia del Ejecutivo consista en ganar tiempo y no ofrecer respuesta, algo que perjudica sus siguientes pasos. Para los nacionalistas es preferible obtener una negativa y, a partir de ahí, pensar en las opciones: una consulta a la ciudadanía sobre el pacto fsical o unas elecciones.