Fuenlabrada
Cae en Cobo Calleja la banda de los Tous «full»
Detenidas 4 personas por delitos contra la propiedad industrial
MADRID- Los chinos siempre han sido los reyes de la falsificación y Cobo Calleja el mayor «puerto» de partida para su distribución por todo el país. Así no es raro que la Policía realice allí de vez en cuando grandes decomisos de artículos falsos y se arreste a ciudadanos de orígen asiático por atentar contra la propiedad intelectual, que es el delito por falsificar marcas o piratear para vender. La última vez los agentes de la Policía Nacional intervinieron nada menos que 62.000 objetos falsificados, la mayoría bisutería falsa de grandes marcas de lujo como Chanel, Bulgari o Tous pero también había artículos de conocidos dibujos infantiles como Bob Esponja, Dora «La Exploradora» o Pokemon, entre otros.
Los agentes detuvieron como autores de este fraude a cuatro ciudadanos de origen chino, imputados por un delito contra la propiedad industrial, que se encargaban de importar y comercializar a gran escala los productos falsificados, según informó ayer el gabinete de prensa de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Los agentes practicaron tres registros en locales situados en el polígono industrial de Cobo Calleja, situado en el término municipal de Fuenlabrada, pero muy cerca de Parla. Allí intervinieron miles de falsificaciones, entre ellas 28.000 artículos de bisutería de marcas de reconocido prestigio como Chanel, Bulgari o Tous.
La investigación comenzó a raíz de varias informaciones que apuntaban a la existencia de diversos locales, situados en un polígono industrial de la madrileña localidad, donde se estaban vendiendo falsificaciones de piezas de joyería de marcas de reconocido prestigio.
Tras varias gestiones, los investigadores constataron tales informaciones y comprobaron las elevadas medidas de seguridad que los arrestados tomaban para realizar la venta de los efectos. Extremaban las precauciones para evitar ser descubiertos puesto que las gananacias del ilícito negocio son más que suculentas. Y es que, los chinos venden los productos falsificados a «manteros» generalmente de orígen subsahariano para que éstos los revendan en el metro o en las calles más concurridas, o a españoles de etnia gitana para que los vendan en los mercadillos de venta ambulante.
En dos de los locales registrados por la Policía, los detenidos tenían escondidas muestras de los productos falsos a los efectos de mostrarlos a los posibles compradores. En el caso de llegar a un acuerdo de venta, traían el grueso de la mercancía desde otro local situado en las inmediaciones. Una vez obtenida toda la información, los agentes establecieron el correspondiente operativo que culminó con el registro de los tres locales tras la autorización judicial. Allí detuvieron a los cuatro individuos e intervinieron más de 62.000 productos falsificados.
La intervención ha sido llevada a cabo por agentes del grupo XXIII de la Brigada Provincial de Policía Judicial –los encargados de descubrir las falsificaciones–, pertenecientes a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
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