Un método anticonceptivo prohibido en España hasta 1978

Madrid- La primera píldora anticonceptiva que llegó a España fue una versión mejorada de Enovid, con principios activos más modernos que la original. Su comercialización se produjo en 1964 como regulador menstrual, aunque su uso no se generalizó hasta la llegada de la democracia. En 1975 existían leyes que condenaban los métodos contraceptivos, pero los colectivos de mujeres presionaban a las estructuras sanitarias y a los médicos para la prescripción de los anticonceptivos. En este contexto, y antes de la apertura de centros con el modelo feminista en diferentes lugares de nuestra geografía, hubo médicos que asumieron consultas de anticoncepción públicas, con aparente normalidad y transparencia. La revolución llegó en 1978 con la despenalización y comenzó su uso generalizado, gracias a la creación de 193 centros de planificación familiar (dependían de los Ayuntamientos o de la sanidad pública), que asumieron la contracepción. El sida supuso un cambio de hábitos, apoyado por la campaña estatal «Póntelo, pónselo», que provocó que el preservativo se convirtiera en el método más usado. A pesar de toda la información, España no ha logrado frenar los embarazos no deseados, sobre todo entre los colectivos más jóvenes.