Extraterrestres por Alfonso Merlos

El Che Guevara, Lenin y la siempre recurrente Pasionaria. La galería de retratos exhibida por nuestros todavía amamantados sindicalistas explica de forma redonda y demoledora por qué, por enésima vez, se han quedado colgados de la brocha. Esto sí es soledad, esto sí es grotesco y esperpéntico y, lo que es peor, esto es no enterarse de lo que demandan los obreros del siglo XXI, o los simples españolitos de infantería.

Nuestra castigada tropa, malherida en no pocas ocasiones por el fuego amigo de CC OO y UGT, está hasta la coronilla de tanta monserga, tanto alboroto, tanta agitación y tan innecesario exabrupto; siempre de los mismos, de los que para mantener sus privilegios obligan a los gobiernos a subir la presión fiscal achatarrando a las clases medias. Porque el chollo de las subvenciones, las ayudas y la morterada de millones de los cursos de formación no hay quien lo discuta. ¡Hasta ahí podíamos llegar!

Lo más lamentable de quienes parecen recién aterrizados, procedentes de un lejano planeta, es que sus oxidadas soflamas cuenten con el incondicional, irresponsable, suicida y cínico aplauso de la dirección socialista. Y lo más terrible es que mientan incansablemente estos gurús revolucionarios de la posmodernidad. ¿Qué es eso de que el Gobierno del PP no les va a callar? Rajoy no les hará enmudecer pero el plusmarquista mundial del paro, el señor Zapatero, sí lo consiguió durante más de siete años. ¡¿Por qué?! ¿Acaso por la lluvia de millones que dejó caer el PSOE para comprar el silencio de los ahora fieros lobos y otrora tiernos corderos?

Señores Toxo y Méndez, menos arenga y más curro, que es lo que falta en España. Preocúpense de defender más y mejor a quienes no tienen un empleo, tengan o no carné de sus centrales. Y acaben con sus desmesuras, sus disparates y sus carnavales. Y despierten de una vez. Quienes han acudido a su interplanetaria y masiva convocatoria caben en la grada de un campo de fútbol de tercera división.