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Las víctimas ven «inmoral» que Bildu que no condena a ETA gobierne

Celebran en San Sebastián unas jornadas contra la impunidad

El miedo en San Sebastián ha vuelto a las calles desde que Bildu gobierna la ciudad. Las miradas esquivas se cruzan, resbalan, cuando las víctimas del terrorismo sostienen una pancarta rotulada con un «no a la impunipaz», en los jardines de Alerdi Eder. En los mismo jardines donde se levanta un monumento en recuerdo a las víctimas que ETA asesinó, recuerdo que se da de bruces con los balcones de la puerta principal del ayuntamiento donostiarra, hoy gobernado por la coalición abertzale.
Pocos son los que van a esa concentración, pocos los que se paran, y quien lo hace trata de curiosear el por qué de esa parada, hasta que le golpea la palabra «impunidad». Pero las víctimas estuvieron acompañadas por amigos, por concejales y miembros del PP, el delegado del Gobierno del País Vasco, Carlos Urquijo, la presidenta del Parlamento vasco, Arantxa Quiroga, el viceconsejero vasco de seguridad, Miguel Buen, y la directora de atención a las víctimas del ejecutivo vasco, Maixable Lasa. La concentración, que duró diez minutos, acabó con una ofrenda floral.
Antes, la Fundación Miguel Ángel Blanco, con motivo del 15 aniversario del asesinato del concejal de Ermua, organizó unas jornadas para debatir sobre la impunidad judicial, política, ética y social y la lucha democrática para la derrota del terrorismo. Mari Mar Blanco Daniel Portero, Ángeles Pedraza, Conchita Martín, Ana Velasco o Cristina Cuesta fueron algunos de los participantes junto a analistas políticos como Aurelio Arteta, Eduardo Uriarte, Javier Corcuera y Carlos Fernández de Casadevante.
Mari Mar Blanco, vivió a cámara lenta la sentencia de muerte que la banda terrorista ETA dictó contra su hermano Miguel Ángel el 13 de junio de 1997. Le recordó como «símbolo de la denuncia de todos los silencios y complicidades» con los terroristas, así como la «dignidad y decencia». Consideró «inmoral» y tildó de «herencia de un gobierno envenenado» que los que no han condenado los asesinatos de ETA estén en las instituciones, gobernando en Guipúzcoa. Por ello, defendió que prevalezca la justicia frente al diálogo, porque es lo que devolvería la «normalidad rota a las víctimas» del terrorismo. «Lucharemos contra los neutralizadores del mal, vigilantes, para que no se pase página» y se «esclarezca la verdad», informa Ep.
Por su parte, Cristina Cuesta, directora de la Fundación Miguel Ángel Blanco reclamó «justicia social y penal», un pilar del que «todavía estamos muy lejos», como evidencia que «San Sebastián, donde ETA ha matado a 152 personas y Guipúzcoa, donde asesinó a 317», están gobernadas por quienes «no han condenado la historia de ETA».
La presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, expresó el «temor» de que estando a punto de ganar vamos a perder», de manera que los terroristas sean «quienes se acaben saliendo con la suya». «Un final del terrorismo basado en la impunidad sólo será un falso final, una trampa», destacó.
El presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, insistió en que se debe mantener la dispersión de los presos de ETA.