Castilla-La Mancha

Cuanto peor mejor

La Razón
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Por primera vez en tiempo, la Encuesta de Población Activa refleja una reducción del paro en 70.000 personas. El Gobierno se ha refugiado en la prudencia y no ha echado las campanas al vuelo. Más vale, porque los datos del último trimestre pueden ser un jarro de agua fría. Ante las cifras positivas, aunque modestas, el PP ha buscado la vuelta. Cospedal no está por recibir buenas nuevas y nos resumió la EPA en pocas palabras. El Gobierno reduce paro creando más funcionarios. Fue contundente. Más que con un tal León. A él le perdonó rápido. A los miles de personas que han encontrado un empleo, no parece dispuesta. Debe pensar, la «bien pagá» que los funcionarios son unos individuos con manguito detrás de un mostrador.
Sin embargo, la realidad, más allá de Génova, es tozuda. También, en Castilla-La Mancha cuando vives y trabajas en ella, y no sólo vas de visita. Estos nuevos funcionarios sirven para hacer la vida mejor a sus convecinos. Sobre todo, en tiempos de crisis. Asistentes para la tercera edad, dinamizadores culturales, monitores para jóvenes, personal de mantenimiento... evitan el deterioro de nuestro entorno más inmediato. No es empleo de primera, cierto, pero significa para muchos ver la luz –aún con sólo mil euros de salario– al final del túnel. En 16.000 hogares vuelve haber alguien con trabajo en la familia. Otros, para colmo de Cospedal, ven brotes verdes. Un empresario me comentaba que la Barcelona metropolitana había creado más de 3.000 empleos en este trimestre. Apuntaba más: las exportaciones crecían por primera vez en los últimos años. Esto sí que son malas noticias. Todo un desastre para los agoreros del «cuanto peor, mejor».