Estados Unidos
Cremas bajo control
Hambre de sol y playa. Aunque si es voraz, enseguida surgen palabras atroces como melanoma, cáncer de piel, arrugas, fotoenvejecimiento... Los dermatólogos insisten en el peligro que provocan los rayos ultravioleta.
Tanto es así, que el lunes se celebra el Día del Euromelanoma y los doctores José Carlos Moreno y Pablo Lázaro, presidente y vicepresidente, respectivamente, de la AEDV (Academia Española de Dermatología) se subirán al Bus de Prevención, situado en la Plaza de Alonso Martínez de Madrid, para atender a quienes deseen revisar sus lunares justo cuando la FDA ha impuesto en EE UU unas medidas estrictas sobre los protectores solares para evitar serias confusiones en los consumidores. El melanoma causa 700 muertes al año en nuestro país, más de dos al día, de ahí que al doctor Moreno la normativa que la Administración de Alimentos y Medicamento de EE UU impondrá el verano que viene le parezca positiva. Ésta obligará a especificar que los fotoprotectores de menos de SPF 15 no protegen del cáncer de piel: «Es algo que la AEDV asegura desde hace tiempo.
Sólo sirven para aliviar quemaduras, pero ni siquiera protege a las pieles morenas, que deberían usar de 15 a 30. Las pieles claras, por encima de 30». Se trata de un reglamento, debatido desde 1978, que también prohibirá que las lociones prometan ser resistentes al agua y al sudor. En su lugar, la etiqueta deberá especificar su tiempo de efectividad tras el contacto con el agua: «Si supuestamente protegen un 50, en realidad lo hacen un 20», prosigue. Según la doctora Magdalena de Troya, jefa del servicio de dermatología del Hospital Costa del Sol de Marbella y miembro de la AEDV, «éstas sólo están probadas frente a un baño o dos, según su textura, ya que las hay más o menos adherentes a la piel. Por eso, siempre aconsejo volverla a aplicar después de cada chapuzón con la piel seca». El doctor Moreno también se refiere a la tercera medida, que obliga que los fotoprotectores protejan no sólo de los UVB, sino también de los UVA al añadir que «por suerte, la mayoría ya lo hacen, es lo que se llama protección de alto espectro. Incluso algunos protegen de los infrarrojos». Ambos tipos de rayos provocan cáncer de piel.
Saber escoger
De Troya insiste en este punto, ya que numerosas lociones del mercado «poseen filtros para la radiación ultravioleta B, que es la responsable de broncear la piel, pero nos quedamos expuestos a niveles más altos de rayos UVA, los cuales no son fáciles de bloquear a través de los protectores solares y provocan el cáncer de piel. La protección más segura la ofrecen los filtros físicos, menos estéticos al tratarse de pantallas minerales y ofrecer una sensación de máscara sobre el rostro, pero reflejan la radiación ultravioleta».La FDA incluso nos alerta de que no tropecemos con la misma piedra a la hora de hacernos con una crema solar de máxima protección, ya que no existe distinción científica entre el factor 50 y el 90. «La curva de protección solar se horizontaliza, de ahí que llegue un momento en que la diferencia sea mínima». En definitiva, explica que el mal uso de las cremas solares ayudan a potenciar el melanoma, ya que «hace que la persona se exponga al sol durante un tiempo prolongado sin estar bien protegida. Es importante saber escoger, pero también no exponerse durante las horas centrales, usar sombreros, gafas de sol y la ropa adecuada para hacer ejercicio».
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