El pacto de Obama: tijeretazo en Defensa y subida de impuestos

Se trata de la iniciativa que permitirá al Gobierno demócrata elevar el techo de deuda en tres fases.
Aunque el Congreso muestre su desacuerdo, no podría bloquear la iniciativa, a no ser que consiga reunir en contra a dos tercios de la Cámara de Representantes y del Senado.

El recorte de gastos
Los recortes de gastos ascenderán a 2,4 billones de dólares, durante los próximos diez años, que se aprobarán en dos fases. Primero el Congreso tiene que dar la luz verde a la reducción de 917.000 millones de dólares.
Y después, 1,5 billones.

Primera fase
Los recortes de la primera fase saldrán de diferentes programas. Entre ellos, destacan 350.000 millones de dólares que se reducirán del presupuesto del departamento de Defensa. Será la primera vez desde 1990 que se limite el gasto del Pentágono. La Casa Blanca ha indicado que «las reducciones se basarán en el resultado de la revisión de nuestras misiones y capacidades». Esto significa que el presidente Barack Obama cuenta con el repliegue de las tropas de las tropas de Afganistán e Irak para reducir la partida de Defensa. Pero, no se valora bajar la paga a las tropas.

Segunda fase
En la segunda fase de reducciones, un comité del Congreso, formado por doce miembros, se encargará de recortar los otros 1,5 billones de dólares. Este grupo tendrá que ponerse de acuerdo en limitar el gasto con una reforma de impuestos y la reestructuración de programas sociales. Precisamente, los dos asuntos que han provocado el desacuerdo de los dos partidos estos días. Este comité deberá presentar una solución antes del Día de Acción de Gracias, que se celebra este año el 24 de noviembre. En esto, Obama ha conseguido lo que ha querido. El presidente siempre ha tenido en mente evitar repetir este debate justo antes de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre. Si el comité no llega a un acuerdo, al menos en un recorte de 1,2 billones de dólares, se reducirá el gasto en 2013.