El ex viceconsejero de Empleo firmó un ERE al segundo día de crearse el «fondo de reptiles»

Tan sólo dos días antes, se firmaba el polémico convenio con el IFA por el que se creaba el «fondo de reptiles» y que sirvió para pagar los ERE fraudulentos. Esta rúbrica, según el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, demuestra que «la responsabilidad de este escándalo no sólo le corresponde a un director general, sino a cargos mucho más altos». A su juicio, «más de un consejero avaló el ‘‘fondo de reptiles'' con su firma, por lo que eran conscientes de la existencia de una trama organizada, tal y como dice la jueza, de un procedimiento irregular y de un fraude económico».

En concreto, el documento especifica que las retribuciones ascendían a 243.723.969 pesetas, abonadas por el IFA. Las ayudas «deberán materializarse en el plazo máximo de tres meses». El propio IFA es el que acreditaba la «finalidad y modalidad» de las ayudas, «sometidas a la previa aprobación de la Dirección General de Trabajo y la Seguridad Social de la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico».

Se da la circunstancia de que en el momento de la firma del ERE el titular de la Consejería de Empleo era José Antonio Viera, actual secretario provincial del PSOE de Sevilla. Fernández, por su parte, está imputado en la causa que mantiene abierta la jueza Alaya. Es actualmente responsable del Consejo Regulador de vinos de Jerez, cargo que se ha negado a abandonar tras hacerse pública su imputación en la causa. Además, sucedió a Viera en la Consejería de Empleo, de la que fue titular desde 2004 hasta 2010 con Chaves y Griñán como presidentes del Ejecutivo andaluz.

Improrrogable
El convenio por el que se crea el «fondo de reptiles» se firmó el 17 de julio de 2001 con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2003 y era improrrogable. Por tanto, sólo daría cobertura hasta esa fecha y todo lo pagado a partir de entonces estaría fuera de la Ley.
Para Sanz, la formalización de este ERE «desmiente» a Chaves y Griñán, que «decían que los responsables del escándalo eran cuatro golfos o, en su caso, un director general».