África

El Cairo

Una campaña bañada en sangre

Una campaña bañada en sangre
Una campaña bañada en sangrelarazon

El Cairo-Parece que en Egipto las urnas siempre vienen manchadas de sangre. Tal y como ocurrió en las elecciones parlamentarias del pasado invierno, la campaña electoral para las presidenciales se ha estrenado con violencia en las calles de El Cairo, donde ayer morían al menos 20 personas y más de un centenar resultaban heridas en los choques alrededor del Ministerio de Defensa, en el barrio de Abbasiya.

Allí acamparon el pasado viernes los seguidores del candidato islamista radical Hazem Salah Abu Ismail, después de que éste fuera eliminado de la carrera presidencial por no cumplir con los requisitos legales necesarios para competir. Desde el fin de semana, la tensión ha ido en aumento en Abbasiya a medida que el campamento se convertía en una protesta más amplia, apoyada por jóvenes revolucionarios, contra la Junta Militar que gobierna Egipto desde la caída del ex presidente Mubarak en febrero de 2011. En las elecciones del 23 y 24 de mayo se elegirá a su sucesor de entre trece candidatos, que ayer competían a la hora de condenar la violencia y exigir responsabilidades al Ejército. La versión oficial asegura que hombres armados sin identificar atacaron a los manifestantes pacíficos en la madrugada del martes al miércoles, incluso con armas de fuego, y, de hecho, varias de las víctimas habrían fallecido por disparos, según los «Doctores de Tahrir», un grupo de médicos voluntarios que suelen atender a los heridos en las manifestaciones.

En un patrón recurrente y ya demasiado conocido en Egipto, todos los dedos apuntan a los denominados «baltaguiya» (agitadores o matones) procedentes del régimen del ex dictador o, incluso, incitados por el Gobierno actual. Todo indica que la violencia estaba organizada y muchos sospechan que detrás de ella hay un intento de posponer o anular las elecciones presidenciales, un rumor que lleva semanas circulando en las calles y los medios egipcios. Esto significaría en la práctica un golpe de Estado que los generales no parecen querer dar, y ayer buscaban tranquilizar las especulaciones diciendo que podrían entregar el poder incluso el mismo 24 de mayo, si hay un claro ganador de las elecciones presidenciales, en lugar del 30 de junio, tal y como está previsto. En el caso de que ningún aspirante a «rais» se haga con una clara mayoría en las urnas, se celebraría una segunda vuelta el 16 y 17 de junio, la cual parece estar prácticamente asegurada.

Por el momento, sólo ha sido pospuesto el primer debate televisado de la campaña y de la historia de Egipto, que iba a celebrarse esta noche entre los que se postulan como los dos candidatos favoritos: el islamista moderado Abdel Muneim Abul Futuh y el ex diplomático de Mubarak, Amro Musa. Este último se sitúa a la cabeza de las encuestas realizadas hasta el momento, con más del 40% de apoyos, y ayer suspendió su campaña electoral por las víctimas, como hicieron Abul Futuh y los demás candidatos islamistas, tanto el hombre de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Mursy, como el «intelectual» Selim al Awa. Las fuerzas políticas liberales y los grupos revolucionarios también condenaron lo sucedido, incluido el Nobel de la Paz y ex candidato a la presidencia, Mohamed al Baradei: «La Junta Militar y el Gobierno son incapaces de proteger a los ciudadanos. Egipto se hunde», aseguraba en Twitter, único medio por el que suele pronunciarse. Amnistía Internacional también hacía un llamamiento a los militares a proteger a los ciudadanos después de que las fuerzas de seguridad tardaran ayer horas en intervenir, una vez más.

 

LA CARRERA
13 candidatos
a las elecciones presidenciales (entre el 23 de mayo y el 17 de junio), a las que se presentan, entre otros, el ex presidente de la Liga Árabe, Amro Musa; el dirigente de Hermanos Musulmanes Mohamed Mursi, y el ex primer ministro Ahmad Shafiq.