Manhattan

JLo vs Gaga y tú de quién eres

Se disputan el trono de diva con estilos opuestos; como hay que elegir, y actúan en España, analizamos las cinco diferencias

JLo vs. Gaga¿ y tú de quién eres?
JLo vs. Gaga¿ y tú de quién eres?larazon

Se presentan por separado. En días consecutivos, en ciudades diferentes, pero en similares recintos. Ambas llenarán un pabellón deportivo con intenciones de demostrar quién manda. Lopez, para hacer patente que sigue en buena forma, y Lady Gaga, para probar que continúa estando en la cresta de la ola. La primera es una de las mujeres más bellas del mundo y un astro en el mundo latino; la segunda, la diosa de la androginia y la estrella pop más brillante surgida en el joven siglo XXI. Son multimillonarias, así que no deberían tener problemas de ego, pero a nadie le cabe duda de que tendrán cada una un ojo puesto en lo que hace la otra. De momento, los fans de Lady Gaga iban ganando por goleada, en cuanto a presencia junto al pabellón y ganas de animar. Incluso un millar de adolescentes con colchonetas y tiendas de campaña se inmiscuyeron en el acceso de los espectadores que fueron el miércoles a ver la actuación de Leonard Cohen. Llevan allí desde el martes. Lopez y Gaga: unidas por el éxito pero con dos estilos diferentes. A continuación repasamos sus cinco diferencias. Agárrense, que vienen curvas.

1 De diferente cuna
Americana de origen puertorriqueño, Lopez nació en Nueva York hace ahora 43 años. Se crió en el conflictivo barrio del Bronx, y aprendió ya de pequeña a buscarse la vida y comenzó a soñar con ser una estrella del «show business». Claro está, lo acabó consiguiendo. Gaga es asimismo americana, pero de origen italiano: Stefani Joanne Angelina Germanotta –su nombre real– también nació en Nueva York, pero en la selecta zona de Manhattan. Mimada en exceso por su familia, hizo sus estudios en una escuela de mujeres católica, en el Upper West Side, la zona más pija de la ciudad. Cuenta la leyenda que a los cuatro años ya tocaba el piano.

2 Cuerpos distintivos
Hace pocos meses, JLo, como la conocen sus fans, aseguró su trasero por 4,5 millones de euros. Puede parecer una salvajada, pero es lo más normal: la cantante sabe que su cuerpo, lleno de curvas, sigue siendo su máximo activo para la fama. Los videoclips de Lopez, lejos de la pirotecnia y el «horror vacui» de Lady Gaga, son celebraciones de su sensual y mareante físico. Está buena y lo sabe. Si por algo no destaca su homóloga es por su discreto físico. De hecho, no es ni siquiera objetivamente guapa, así que lejos de la imagen de bomba sexual que da Lopez, juega a defender su lado más «freak». Es valiente y pese a todo siempre enseña pechuga en sus locos y geniales clips. En el vídeo «Phone», se atrevía a dar la réplica a Beyoncé en paños menores. A chula no le gana nadie.

3 El cine
Es de sobras conocida por todos sus fans la carrera cinematográfica de la Lopez. Demostró maneras en las notables «Sangre y vino» y «Un romance peligroso», entre otras, pero pronto se torció su andadura. ¿El motivo? Su predilección por azucaradas comedias románticas y, sobre todo, el bodrio «Una relación peligrosa», cinta que rodó con Ben Affleck (su pareja en 2003), uno de los peores filmes americanos recientes. Lady Gaga podrá ser fea, pero no tiene un pelo de tonta, y se le advierten ciertos principios estéticos. En un futuro probablemente la veremos repetidas veces en la gran pantalla, pero de momento se lo toma con calma para no hacer el ridículo. Su debut oficial en el mundo del cine será el próximo año en «Machete Kills», la secuela de «Machete» que prepara Robert Rodríguez. El póster de su personaje, bautizado como «La Camaleón» ya circula por internet, y no tiene desperdicio.

4 Vida privada y amores
Como buena latina, JLo ha tenido una vida amorosa llena de amantes, escándalos y matrimonios fallidos; el último, el que le unió a Marc Anthony ocho años, ahora pendiente del divorcio. Su primer marido, David Cruz, ha aireado las vergüenzas de la cantante en multitud de platós televisivos, y su idilio con Ben Affleck fue uno de los romances más sonados de la pasada década en Hollywood. En cambio, Lady Gaga, que sólo tiene 26 años, ya sabe que la vida privada hay que mantenerla en secreto, y, si la Prensa está lejos, mucho mejor. Apenas se le conocen romances, y los únicos comentarios en los medios se refieren a su orientación sexual. En ese aspecto se ha dicho de todo: que si realmente era un chico, que si es bisexual… Cual Greta Garbo retirada, de la vida privada de Lady Gaga apenas se sabe nada.

5 Estilo y estética
A sus cuarenta y tres años de edad, la intérprete de «If You Had my Love» sigue siendo una de las artistas más deseadas por el género masculino. Es un epítome de la feminidad y una habitual en los primeros puestos de las mujeres más bellas del planeta. Ella lo sabe y alimenta su condición de bomba sexual luciendo modelitos que dejan casi al descubierto sus curvas de escándalo. Andrógina e icono gay son dos términos que definen la sexualidad de Lady Gaga. Lejos de ser un mito erótico heterosexual, la neoyorquina no ignora que uno de sus puntos fuertes es defender la diferencia, la rareza frente a lo establecido socialmente. Asistir a un concierto de la cantante es contemplar un desfile de fans inadaptados que hacen de su condición de «freaks» algo de lo más normal. Ella les llama sus «pequeños monstruos», y razón no lo le falta.

Unidas por Obama
Jennifer Lopez es fan de Barack Obama; Lady Gaga, también. Eso quizá sea lo único que las une. Hace tan sólo unos días, la primera pedía el voto por el candidato demócrata en un vídeo donde compartía protagonismo con Beyoncé, Eva Longoria, Olivia Wilde, Sheryl Crow, Ashley Judd y Julianne Moore, entre otras. Hace unos meses, la otra hacía lo propio y anunciaba en su cuenta de Twitter que abandonaría el planeta con todos sus fans si Obama no ganaba las elecciones, además de afirmar que el candidato demócrata había hecho un discurso «para recordar» en la convención de aquel partido.
 

Lady Gaga. Cuándo: sábado 6. Dónde: Palau Sant Jordi. Cuánto: 55 euros

Jennifer López. Cuándo: domingo 7. Dónde: Palacio de los Deportes. Madrid. Cuánto: desde 47 euros.