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A Europa cueste lo que cueste

El Málaga ha gastado más dinero que Madrid y Barça en fichajes. Los últimos, Joaquín y Sergio Sánchez. El de Cazorla podría estar cerca

Al Thani, en el palco de La Rosaleda
Al Thani, en el palco de La Rosaledalarazon

El camino de los petrodólares es inescrutable. El jeque Al Thani, propietario del Málaga, está conformando el proyecto más ambicioso de la historia del club. Unos 47 millones en fichajes y la perspectiva de una gran sorpresa que romperá todas las expectativas del entorno. Un «crack» mediático, un regalo para la afición, un futbolista que termine de apuntalar el principio de la nueva era del Málaga. Y hay un elegido: Santi Cazorla. Ya ha trascendido la existencia de contactos entre la entidad andaluza y el Villarreal después de que Al Thani pusiera sobre la mesa 25 millones de euros por el asturiano. La claúsula de rescisión asciende a 50, por lo que el club castellonense siempre se refirió a él como intransferible. Pero la irrupción de una oferta que parte desde la mitad de la cuantía invita, como poco, a incorporarse en el asiento y ponerse a negociar.

¿Y Pastore? El nombre de la estrella del Palermo comienza a emborronarse en los esquemas de Pellegrini. La llegada de Cazorla cerraría las filas del buque malagueño que pone rumbo a Europa y en el que ya han embarcado Toulalan (10 millones), Monreal (6 millones), Van Nistelrooy (6 millones), Bounanotte (4,5 millones), Joaquín (4 millones) y Mathijsen (1 millón). El jeque se ha colocado en la posición de no escatimar un céntimo por varias razones. La primera, el Málaga «debe estar» la próxima temporada en «Champions», y, la segunda, es que «sólo» ha destinado un 0,48% de su fortuna a modelar el nuevo plantel.

Analicemos esta doble proposición. La posible presencia del Málaga en la Liga de Campeones implicaría terminar la temporada entre los cuatro mejores. Dado que la Liga A sólo la juegan Madrid y Barça, nos quedarían dos puestos vacantes: los ocupados por Valencia, tercero, y Villarreal, cuarto. No es ninguna imprudencia pensar que el nuevo Málaga no tiene nada que envidiar a ambos conjuntos en lo que a calidad futbolística se refiere, por lo que la posibilidad es real. La del jeque no ha sido otra que una apuesta por reforzar la lógica que presenta la situación: a más millones, más opciones de estar en la élite.

Se ha cumplido un año desde que los qataríes entraran a formar parte de la Liga española. En 12 meses se aprenden muchas cosas. La pasada temporada, Al Thani gastó unos 17 millones de euros en fichajes: Eliseu, Rondón o Sebastián Fernández, nombres convincentes pero no mediáticos. La relevancia del Málaga pronto quedó en el olvido.

Así que el siguiente paso fue sacar directamente la artillería pesada, tomada ésta como un cheque en blanco de contenido ilimitado. Llegaron Asenjo, Demichelis y Baptista, seguidos del «killer»Van Nistelrooy. En total 23 novedades, titulares diarios en la prensa y una afición que ya no mira con miedo a Europa.

¿Cómo no continuar entonces? Los recursos existen, de hecho los cerca de 50 millones desembolsados son una «divertida propina» comparados con los 8 de beneficio que sus empresas generan a diario. Pero, sobre todo, porque está en juego la ilusión de miles de seguidores blanquiazules.