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Draghi baja los tipos de interés para evitar una nueva recesión

La Razón
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MADRID- Ante la amenaza de una nueva recesión, bajada de tipos. En contra de todos los pronósticos, Mario Draghi se estrenó ayer al frente del BCE recortando del 1,5% al 1,25% los tipos de la eurozona debido al temor, cada vez más fundado, de que la crisis de deuda soberana arrastre a Europa a una recaída. «Observamos ahora un crecimiento lento, que se dirige hacia una nueva recesión suave a finales de año», advirtió Draghi.

 Lo que el BCE persigue con esta bajada es estimular el crédito. Al abaratar los tipos de referencia, también deberían hacerlo los de los préstamos, tanto personales como para empresas, lo que debería redundar en un incremento de la actividad empresarial y del consumo y mejorar la situación. El peligro es que si la economía se recupera demasiado, también podrían hacerlo los precios, costes y salarios, lo que lastraría la competitividad de Europa. Éste es el temor que llevó a Jean Claude Trichet, antecesor de Draghi en el BCE, a resistirse a bajar los tipos, máxime cuando la inflación de la eurozona ronda el 3%, un punto por encima de la previsión. Draghi, sin embargo, cree que la propia debilidad actual es el mejor freno para estas presiones inflacionistas. El banquero italiano espera que los precios caigan por debajo del 2% el próximo año.

Si la decisión de rebajar los tipos causó sorpresa, las palabras de Draghi sobre el programa de compra de bonos, reactivado en agosto para adquirir deuda española e italiana en un intento de evitar que su interés escalase hasta cotas que hicieran imposible su financiación, causó cierta decepción. Muchos esperaban que hiciese una apuesta decidida por esta opción para frenar la crisis de deuda soberana. Sin embargo, Draghi enfatizó que se trata de una medida «temporal, limitada en su extensión, y que está justificada para restaurar el mecanismo de transmisión de la política monetaria». De hecho, lo retirará cuando el nuevo fondo de rescate de un billón de euros (FEEF) pueda comprar deuda en el mercado secundario. También descartó que el BCE vaya a ser un prestamista de último recurso.