Que cunda el ejemplo

Hubo un tiempo en el que la esquizofrenia autonómica, la sinrazón del «y yo más porque soy de aquí y tu menos porque eres de allí» llegó a tal extremo que incluso un enfermo debía cambiar de ambulancia si el trayecto que separaba su casa del hospital comprendía dos comunidades autónomas diferentes. Recuerdo que hubo incluso algún muerto durante la espera y el posterior traslado en la segunda ambulancia. Vivir en una o en otra comunidad te podía –y te puede– cambiar la vida sólo porque el político de turno lo ha acordado así para mantener unos cuantos privilegios, amén de despacho, secretaria, chófer y su nombre en una ostentosa tarjeta de visita. Por un apaño de competencias políticas, los españoles llevamos años sufriendo descaradas desigualdades entre nosotros en diferentes campos como sanidad, empleo, justicia, educación o en un simple trámite administrativo, sólo por vivir en una comunidad o en otra. Lo mismo sucedía con la vacunación de los más pequeños.
Hasta 19 calendarios inmunológicos distintos se aplicaban en España, lo que dejaba a los más pequeños desprotegidos ante algunas enfermedades dependiendo del lugar donde vivieran. Desde hace años, pediatras, padres y expertos en inmunización venían reclamando aunar esfuerzos y llevar un único calendario de vacunación para todos los niños, independientemente del lugar donde residan. Siempre será más fácil buscar una solución que 19. Ahora parece que esto, al menos, se va a conseguir. A ver si cunde el ejemplo. Es tiempo de unir, no de separar.