Las tres «joyas» de la Corona

La reina Isabel II es consciente de que este año es más protagonista que nunca. Cumple 60 en el trono y tiene la agenda repleta de eventos. Pero el de ayer fue uno de los más especiales, ya que, por primera vez, apareció en un acto oficial junto a Kate Middleton y Camila Parker, esposas de su nieto e hijo, respectivamente, y juntas visitaron los históricos almacenes Fortnum and Mason de Londres. Las tres generaciones habían coincidido en la boda real de Guillermo y Catalina, en la misa de Navidad y en el desfile de la guardia real a caballo, pero nunca antes habían sido las invitadas de honor en una misma cita. Así que, la foto, además de revolucionar el papel «cuché», tenía un gran significado. Por un lado, la monarca daba su apoyo a las que en su día serán las futuras reinas y, por otro, de algún modo, recalcaba que, a pesar del furor que causan Guillermo y su esposa, serán Carlos y Camila los que heredarán el trono. Sin embargo, a pesar de los intentos de Buckingham Palace por impulsar la imagen del príncipe Carlos de Inglaterra y su mujer, Catalina fue una vez más el centro de todas las miradas. La joven se gana la simpatía de los ingleses en cada una de sus apariciones y la reina siente especial predilección por ella. Se siente orgullosa de la esposa de su nieto y no duda a la hora de darle consejos para que su camino no termine como el de la desaparecida Diana.

Galletas reales
Durante la visita, degustaron algunas de las exquisiteces de la tienda de comida y se sentaron a tomar el té de la mañana con un selecto grupo de 150 personas, entre los que se encontraban antiguos militares. Isabel II lució un vestido azul pálido de Angela Kelly y un sombrero, como de costumbre, a juego con las célebres cajas de galletas de la tienda, mientras que Camila optó por un traje marinero azul oscuro y blanco, y Catalina, por un recatado abrigo azul grisáceo por encima de las rodillas.

Los responsables de Fortnum and Mason mostraron a las tres damas la edición especial que ha diseñado el establecimiento para conmemorar el Jubileo de Diamantes de la Reina, que incluye las galletas favoritas de Isabel II, de jengibre y pistacho, además de la mermelada de ponche predilecta de su esposo, el duque de Edimburgo. Tras tomar el té, la monarca y las dos duquesas conversaron con la familia Weston, propietaria del local desde su fundación en 1707, que es la encargada del suministro de té, galletas y mermelada al Palacio de Buckingham.

También, la reina, Camila y Catalina aprovecharon la visita para reunirse con los responsables del programa «Regalos para las tropas», que envía paquetes de esta firma a los soldados británicos en Afganistán, para ver las cestas que recibirán los militares en el extranjero con motivo del Jubileo, el próximo 5 de junio.