El centro derecha italiano se desmorona tras la derrota de Berlusconi

La principal formación del centro derecha, que todavía hoy sigue siendo la más numerosa del Parlamento, no es una agrupación política al uso. Se trata de una creación personal de «Il Cavaliere», más cercana a cualquiera de sus empresas que a un partido convencional. Está formada por antiguos dirigentes socialistas, democristianos y neo fascistas a quienes sólo une un elemento: la pleitesía que rinden a Berlusconi. Ahora que éste ha comenzado a perder la aprobación de los italianos, el PDL amenaza con desmoronarse entre luchas internas. La derrota ha dejado al aire las vergüenzas del partido, que han sido aún más evidentes por las palabras de algunos de sus dirigentes.

Gianni Alemanno, alcalde de Roma y uno de los barones de la formación, dijo que lo que necesitaba el PDL era «un cambio de nombre». Si Berlusconi le hace caso se trataría de la tercera vez que rebautiza al partido, que se ha llamado Forza Italia, el Polo de la Libertad, la Casa de la Libertad y, ahora, el Pueblo de la Libertad. Más allá de un cambio en su denominación, el partido necesita una profunda remodelación que favorezca el debate interno y permita volver a tomar el pulso a la sociedad. Una de las formas de lograrlo puede ser la convocatoria de primarias, como se ha sugerido en su diario, «Il Foglio», Giuliano Ferrara, uno de los intelectuales italianos más cercanos a Berlusconi. En su opinión, «Il Cavaliere» debe «cambiar todo el partido».