El «chabolismo educativo» estable: disminuirá menos del 10 por ciento

SEVILLA- «Será el eje vertebrador»; «está en el centro, en el origen y en el fin de todas las actividades con las que un país crece y se hace más próspero»; «es la política económica por excelencia» o «es la única salida con futuro a la crisis». Todas son frases del presidente andaluz, José Antonio Griñán, referidas a su apuesta «decidida» por la educación. Sin embargo, muchas de las deficiencias del sistema educativo andaluz aún perduran y los próximos ajustes presupuestarios hacen difícil que se salven en los próximos años.

La Consejería de Educación –así lo reconoce en una respuesta parlamentaria publicada en el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía– tiene previsto que el próximo curso escolar 2010-11 comience con 389 aulas prefabricadas en Andalucía. A una media de 30 alumnos por clase, la cifra supone que 11.670 alumnos comenzarán el curso en estas estructuras.

La cifra es similar a la del curso pasado, donde Educación reconoció la existencia de 427 módulos de este tipo, por lo que la reducción es de 39 aulas, poco menos del 9 por ciento. El argumento que esgrime la Consejería cada vez que se le interroga sobre este asunto es que se trata de infraestructuras de carácter temporal y que se instauran mientras se terminan las obras de construcción y/o acondicionamiento de los centros educativos.

A este ritmo –39 menos cada año–, no se erradicaría el denominado «chabolismo educativo» hasta el año 2020. Y eso que en octubre de 2005, el Gobierno andaluz aprobó el Plan «Mejor Escuela», un programa de inversiones dotado con 1.200 millones hasta 2010 con el objetivo de modernizar las infraestructuras educativas para contribuir a la mejora de la calidad de la enseñanza, ya que como el mismo decreto explicaba, las infraestructuras son en sí mismas parte de la educación. Este año, el Gobierno andaluz firmó un préstamo con el Banco Europeo de Inversiones para este mismo propósito, que por ahora, está lejos de cumplirse al cien por cien.

Dos factores hacen que este objetivo se aleje en el tiempo. El primero es que en el dictamen sobre convergencia educativa aprobado el pasado mes de febrero en el Parlamento se establecen otras prioridades dirigidas a satisfacer las necesidades del alumnado y del profesorado.

La segunda está vinculada a las estrecheces presupuestarias. El plan económico-financiero de reequilibrio de la Junta aprobado en el CPFF para cumplir el plan de reducción del déficit hasta el año 2013 incluye la adecuación de algunos objetivos en materia de educación, como el retraso en la implantación de la Ley de Educación. Las obras deberán esperar aún más.