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Ángel Galdo

«Algunos progres aceptan el feminismo por estupidez; otros, por salvaguardar sus intereses»

Ángel Galdo
Ángel Galdolarazon

L o menos que se puede decir de Ángel Galdo es que carece de complejos. Ha convertido su vida en una cruzada contra lo que algunos autores, pocos, se atreven ya a llamar la ideología «feminazi» (sobran explicaciones) y a esa incómoda pelea dedica todos sus empeños. No lo verán tomando café con Bibiana Aído, de eso pueden estar seguros.

–¿Conoce a alguna mujer capaz de votar a un partido que propusiera que le retiren la patria potestad de sus hijos por el mero hecho de que su pareja la denuncie por maltrato?
–Esa mujer no existe.
–Pues hay muchos hombres que siguen votando al partido que propone que esa misma medida se les aplique a ellos...
–Son millones los votantes de ese partido, porque no se enteran de la realidad o porque son beneficiarios del resto de sus políticas, y les merece la pena el riesgo de que un día le acometan abogados con las leyes de género en la mano. Son muchos los progres comulgantes con estas ruedas de molino, algunos por pura estupidez, la mayoría por salvaguardar algún interés mezquino.

–Un hombre español en España, en materia de familia, tiene bastantes menos derechos que las mujeres árabes en sus respectivos países. ¿se trata del primer gran logro de la Alianza de Civilizaciones?
–No creo que esa Alianza produzca nunca un logro. Espero que ninguna civilización tome ejemplo de Zapatero y dé el paso que dio España por su inspiración. Aquí se considera al hombre culpable por nacimiento y se sanciona el disparate legalmente.

–Cuando una lesbiana asesina a su pareja degollándola, como sucedió en Sevilla hace unos meses, ¿a qué contabilidad va esa víctima?
–No sé si la pregunta se refiere a la lógica natural o a la legal. Lo que diga la ministra. Me importa más el asunto del suicidio, que se da entre 5 y 7 veces más entre hombres que entre mujeres, y esta sangrante realidad no merece comentario de obispos, catedráticos, columnistas, forenses, fiscales, defensores de pueblos o líderes revolucionarios. Entre tres y cuatro asesinatos de cada diez en el ámbito afectivo son de mujeres a hombres, pero esas muertes no llegan a los telediarios.

–¿El feminismo ha traicionado a sus «compañeros de viaje», o sea a los hombres que han luchado por la igualdad?
–Hace treinta años me autotitulaba feminista, cuando casi nadie lo hacía, ni siquiera mujeres porque se sobreentendía que el feminismo era propio de las feas. La idea de la igualdad universal es de las más bellas pero se ha prostituido al girar el siglo. La igualdad social nos ha llevado a un sindicalismo pingüe y retardatario. La igualdad entre el hombre y la mujer nos ha llevado al negocio de género.

–¿Por qué soporta la sociedad española que haya casi un millón y medio de menores separados irremisiblemente de sus padres y de sus familias paternas?
–Porque se ha convertido en un negocio. Aprovecho para decir que las psicólogas posicionadas en el feminismo no deberían intervenir en los conflictos familiares, porque eso es la negación de la Justicia llevada al colmo.

–Hay cámpings habitados todo el año por divorciados ¿serían tolerables los mismos cámpings, pero llenos de divorciadas?
–Impensable. Esta noche van a dormir en su coche varios centenares de hombres en España, algunos hombres buenos, o muchos, y ninguna mujer, ni buena ni mala.

–¿Es cierto que en el ceremonial de algunas bodas se advierte ya al novio de los riesgos que asume siendo padre en España?
–Hace mucho que no me invitan a una boda, ni lo echo de menos, porque la mayoría a las que asistí han acabado dramáticamente. A uno de mis mejores amigos lo ha denunciado su hijo, por inducción de su madre y de su abogada, por haberlo violado veintidós veces hace siete años. Eso es mentira pero no pasa nada.

–Mientras se implanta la custodia compartida ¿por qué no se práctica la custodia-cremallera, un padre, una madre, y así sucesivamente, como demandan las feministas para las listas electorales y la dirección de empresas?
–Iría contra los intereses del lobby feminazi. La custodia automática para la mujer se justificó porque en efecto, a las tiernas edades, la madre era más necesaria que el padre pero muchas mujeres han antepuesto sus intereses crematísticos y sociales a las necesidades afectivas y educativas de sus hijos.

–¿Para qué querrá una asociación de mujeres juristas subvenciones públicas anuales por un valor superior a los 5 millones de euros?
–Obviamente, para ser iguales, en coche, chalé, colegio, cruceros y lujos varios. Se lo merecen todo porque están encauzando a la humanidad a su verdadero destino, el feminismo, o sea la destrucción del amor y de la alegría. Ciudadanos sin alma, ese es el paraíso del socialfeminismo, y sueldazos para ellas y ellos, claro.

–¿Se atreverá alguien a publicar su libro?
–Puede. Si no este año o el que viene, como un retrato de la realidad que vivimos. O quizás un poco más tarde. Colecciono testimonios terribles de hombres buenos que han sido llevados a la desesperación, y la maldad que afrontan es tan imaginativa y tan cruel y tan perniciosa, en especial para los niños, y esos hombres muestran tanta convicción y rebeldía y fuerza moral, que la temática a la larga se podrá comparar creo, a otras fuentes épicas para la literatura y el cine. Aspiro sólo a ganar un dinero que me permita comprar a mi ex mujer la mitad de mi casa, bastante medianita.
 

 

En busca de editorial para un libro explosivo
Ángel Galdo, que ha sido periodista y guionista, se ha retirado de esos dos oficios... sólo aparentemente. Desde hace algo más de un año está recogiendo testimonios de hombres desvalijados, material y psicológicamente, por sus ex esposas. También ha escrito un libro que dará de hablar en cuanto alguien se atreva a publicarlo y que llevará el título de «Psicópatas de andar por casa», en el que contradice la idea-fuerza del zapaterismo de que las mujeres son buenas y los hombres malos. La ingeniería se ha topado con un enemigo muy difícil de doblegar.