La Generalitat anuncia al Gobierno que no aceptará un recorte del 20%

BARCELONA- La Generalitat adoptó ayer una actitud desafiante con el Gobierno a cuenta de los draconianos recortes presupuestarios que, según dice, le reclama el Ministerio de Economía. El portavoz del Govern, Francesc Homs, dijo que las restricciones exigidas por el Gobierno –en torno al 20 por ciento según ha desvelado el conseller Mas-Colell– son «inaceptables». «Somos un país fuerte y democráticamente nos sentimos suficientemente fuertes como para plantarnos. Poca broma con todo esto», anunció Homs en declaraciones a Catalunya Ràdio.
La Generalitat argumenta que ya está ultimando un recorte muy severo de los Presupuestos –que serán, aproximadamente, un 10 por ciento inferiores a los de 2009– y, por tanto, no está dispuesta a mayores sacrificios para cumplir con los objetivos de déficit, ya que tiene que asumir el pago de competencias tan costosas como educación, sanidad y servicios sociales.
Homs afirmó que el Govern no piensa variar esta postura y emplazó al Gobierno a abrirse. «Ahora le toca al Gobierno mover pieza. Las cosas tienen un marco de negociación que no damos por cerrada, pero ha llegado un momento en que se ha dicho basta, por aquí no pasamos», dijo.
A estas alturas, parece muy complicado que la Generalitat pueda cumplir con el objetivo de que el déficit catalán no supere en 2011 el 1,3 por ciento. El Govern de CiU culpa al tripartito por la ruinosa herencia que ha asumido y no comprende que el Gobierno reclame ahora un recorte presupuestario del 20 por ciento cuando nunca hizo algo parecido con el gobierno de Montilla.
¿Y el PSC, comprende al Govern? En ningún caso. Los socialistas, de hecho, fueron implacables ayer al acusar al Ejecutivo de CiU de «mentir». «Nadie está obligando al gobierno catalán a hacer recortes del 20 por ciento, esto no es verdad, se lo están inventando», afirmó el presidente del grupo parlamentario del PSC, Joaquim Nadal.
El dirigente del PSC también negó la interpretación del conseller Mas-Colell, que llegó a sugerir que el Gobierno pide a la Generalitat que «maquille» sus cuentas. «Que yo sepa, ni una cosa ni otra son verdad», añadió Nadal.
La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, también terció en la polémica y dijo que será «muy grave» que el Gobierno presionara para decorar las cuentas de la Generalitat. Dicho esto, Sánchez-Camacho se alineó con la idea de que el recorte no supere el 10 por ciento.