La impunidad es intolerable por Carmen Gurruchaga

El Estado de Derecho se caracteriza por la existencia de tres poderes bien definidos: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Los etarras no tienen muy claro este concepto y por eso pretenden que el Ejecutivo decida el futuro de sus presos, sujetos a procesos judiciales o con condenas concretas. Un asunto que sólo puede y debe resolver la Justicia. En muchos casos, los delitos cometidos por algunos etarras han prescrito porque los sumarios han permanecido dormidos sin que se haya efectuado ninguna diligencia durante mucho tiempo; el suficiente como para que el delito quede sin condena. Ahora, la Fiscalía piensa revisar 27 casos para evitar que esto suceda. La mera petición de extradición al país en el que reside el delincuente paraliza el cómputo del tiempo y empieza desde cero. Resulta bastante vergonzoso que haya sin resolver y olvidados en el baúl de los recuerdos 300 asesinatos cometidos por la banda terrorista, así como muchísimos otros delitos, pero es más bochornoso que muchos de los etarras que viven en países iberoamericanos hayan visto desaparecer sus causas pendientes con la Justicia española gracias al tiempo transcurrido. Así pues, parece una magnífica iniciativa por parte de la Justicia reactivar las causas con la práctica de diligencias para evitar que a quienes han asesinado, chantajeado o extorsionado les salgan gratis los delitos. Porque una cosa es que quienes han cumplido la parte preceptiva de la condena puedan llegar a acceder al tercer grado penitenciario si muestran públicamente su arrepentimiento a las víctimasy otra que por dejación, ni siquiera tengan que enfrentarse a un proceso judicial y cumplir pena de prisión.