Una llamada al encuentro para acabar con el drama del paro

Madrid- Don Juan Carlos hará balance de un año durísimo para España y para él mismo. Sus palabras llegarán a los españoles apenas horas después de que el nuevo Gobierno haya celebrado su primer Consejo de Ministros y, seguramente, haya tomado las primeras duras medidas de ajuste para reconducir el devenir de nuestra economía.

El discurso del Monarca tendrá como uno de sus ejes centrales precisamente la situación económica, tal y como ya ocurrió el año pasado. Pero dentro de ese análisis de la crisis, Don Juan Carlos hará especial hincapié en los parados, una de las máximas preocupaciones que han ocupado las alocuciones públicas del Rey a lo largo de este año. Hará de esta causa su principal mensaje y reclamará una pronta solución a un drama que afecta especialmente a los jóvenes y a un millón de familias que tienen todos sus miembros en paro.

Si no se descarta que haga algún guiño a los gobiernos entrante y saliente, lo que es seguro es que hará una llamada a la responsabilidad y a la unidad de todas las fuerzas políticas y los agentes sociales de cara a superar las difíciles circunstancias económicas en las que se encuentra España, una llamada que incluirá referencias a los sacrificios que debemos hacer y a la superación de los retos que se presentan en 2012, apelando también al esfuerzo y al interés general. Su discurso no será pesimista, sino una llamada a la esperanza y a la confianza en España como una gran nación capaz de levantarse en medio de las dificultades.

Como en la mayoría de sus discursos importantes, Don Juan Carlos hará referencia al terrorismo, en busca de su derrota definitiva, acompañado de un recuerdo a las víctimas y a quienes han sufrido sus consecuencias. También tendrá un recuerdo especial para los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Si cada año el Rey apela a la Constitución como lugar de encuentro y punto de partida para las soluciones, este año lo hará con más motivo, pues se celebran los 200 años de la Carta Magna de Cádiz de 1812. Así, Don Juan Carlos entroncará el aniversario de aquella Constitución con la vigente para defender su plena actualidad, su fuerza y su importancia.

El aniversario de «la Pepa» servirá también para su referencia a la política internacional y la importancia que para España tiene la Unión Europea y su nuevo planteamiento, y por supuesto Latinoamérica. No en vano, la cumbre iberoamericana de 2012 se celebrará en Cádiz.