Feria de San Isidro

Simple magia masculina por Alfonso Merlos

La Razón
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Las cosas en su sitio. Desmesuras las justas. Quien a los cuarenta no es un Brad Pitt, a los sesenta no puede aspirar a ser un Harrisond Ford. Ahora, serán los genes en particular, será la naturaleza en general, incluso la providencia… cualquier cosa, natural o quizá sobrenatural, nos hace encarrilar con un misterioso punto de atractivo y un indescifrable ángulo de interés la vejez. No hay duda. ¡Y bendito enigma!

Es verdad que nos hemos convertido en fans de los más vanguardistas avances en cosmética, como lo es que nos estamos aficionando sin pudor ni rubor a los exfoliantes, los hidratantes y los antiarrugas. Pero es que sin abusar del alcohol y el tabaco, con unas dosis de ejercicio… en fin, sin ningún sacrificio sobrehumano, hasta la arruga marca el gesto y nos da un toque seductor. ¿Por qué? Hay un componente de magia. Pero lo siento, no es ninguna ilusión.