«Benedicto hermano ya eres mexicano»

El presidente de México, Felipe Calderón, el Episcopado mexicano y de buena parte de América Latina, e incluso un grupo de mariachis, recibieron ayer en el Aeropuerto de Guanajuato a Benedicto XVI. También vitorearon al Papa alrededor de 3.500 fieles vestidos en su mayor parte de blanco, quienes gritaron: «Benedicto, hermano, ya eres mexicano». Durante la ceremonia de bienvenida el Papa instó a los mexicanos a llevar una vida «respetuosa y pacífica», cuyo pilar debe ser el respeto a «toda persona humana, creada por Dios, y que nadie tiene derecho a olvidar o despreciar». El Pontífice, entre aplausos de los presentes, dijo desear «estrechar las manos de todos los mexicanos y abarcar a las naciones y pueblos latinoamericanos». Haciendo una referencia a la situación política de la nación que visita, que está preparando una reforma constitucional de la que los obispos esperan que salga una defensa del laicismo positivo, el Papa subrayó que la libertad religiosa, «en su genuino sentido y en su plena integridad es un derecho fundamental».