El Govern deja a los alumnos sordos sin intérpretes de lenguaje de signos

BARCELONA– Los alumnos sordos se han quedado sin intérpretes del lenguaje de signos en las aulas. Al menos, durante estas vacaciones. La conselleria de Enseñanza ha optado por no renovar el convenio que hasta ahora tenía con la Federación de Personas Sordas, organismo del que dependían los 29 profesionales de los que, hasta el jueves, disponía el sistema educativo para atender en las aulas a los niños con problemas de audición.

Ese día finalizó el contrato temporal con la Federación, que contaba con subvención de la Generalitat para dar asistencia a los sordos.

No es la primera vez que estos profesionales daban la voz de alarma sobre el futuro de sus puestos de trabajo. Los intérpretes han protestado dos veces frente a las puertas de la conselleria y llegaron a reunirse con la directora general de Primaria, Alba Espot, para tratar de lidiar con esta problemática.

Fuentes del departamento que dirige Irene Rigau indicaron que el fin del convenio no cuestiona la labor de estos profesionales, sino que han acabado con la subvención de la Federación de Personas Sordas. De hecho, la conselleria está buscando una solución para que el próximo día 9, el primer lectivo después de las vacaciones de Navidad, los niños sordos sigan contando con intérpretes del lenguaje de signos. «Estamos trabajando para seguir ofreciendo esta asistencia, puede que la den los 29 trabajadores que lo hacían hasta ahora y puede que lo hagan nuevos intérpretes».

«A día de hoy ya no tenemos trabajo», lamentó a Europa Press una de las afectadas por la no renovación del convenio, que además criticó que las escuelas catalanas tienen 30 alumnos por intérprete, mientras que tienen derecho a ser 15 alumnos por especialista. La ex trabajadora alertó de que si no se restablece la situación, estos niños se quedarán directamente sin acceso a la enseñanza porque no entenderán nada de las clases, lo que les conduce al fracaso escolar. Y la meta del Govern es reducirlo a la mitad en ocho años.