Estados Unidos

En la buena dirección

La Razón
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La caída de la prima de riesgo y las subidas en el mercado de valores, con los bancos recuperando posiciones, constituyen una primera consecuencia de las declaraciones en favor del euro de los líderes de la UE y parecen anticipar un verdadero impulso político para resolver el problema de la deuda soberana. Por el momento, se debe esperar a la decisiva reunión del próximo jueves en el Banco Central Europeo, cuando el presidente del organismo, Mario Draghi, podría anunciar la forma concreta en que se va a intervenir para aliviar el mercado de deuda y, en primer término, a las economías de España e Italia como principales objetivos de la especulación financiera. La pasada semana, bastaron unas palabras del presidente del BCE para detener la sangría y ahora el mensaje se ha reforzado con sucesivas declaraciones en apoyo del euro y del proyecto común de la UE de la alemana Angela Merkel, del francés Hollande y especialmente del presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, que incluyó un mensaje para Alemania criticando una política que daña gravemente el resultado del tremendo esfuerzo realizado por España o Italia y desbarata de hecho cualquier plan posible para la recuperación. Porque las actitudes egoístas y cortas de miras de Alemania o Finlandia y del propio Mario Draghi habían terminado por crear un callejón sin salida. Cuanto mayor era el sacrificio adoptado por los españoles y más duros los recortes, más castigo se aplicaba desde los mercados a nuestra deuda, crecía la desconfianza en nuestra capacidad de recuperación y subían hasta límites insoportables los tipos de interés. La Europa unida es sin duda la primera interesada en romper ese círculo vicioso, pero no es menor el interés de Estados Unidos, donde existe un fundado temor a que la deriva de la economía de la UE acabe por dañar su propio esfuerzo para salir de la crisis. Por eso destaca la importancia de la visita que el secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geinthner, hizo ayer al ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y el comunicado que ambos emitieron, en el que piden que se mantengan las reformas y alaban el esfuerzo de España e Italia. Algo ha cambiado sin duda en el escenario económico europeo que, finalmente, nos favorece y puede apartarnos del punto de mira de los especuladores. Además, puede crear un estado de opinión favorable a la aplicación inmediata de los acuerdos del Consejo Europeo, con soluciones para la compra de deuda, y confirmar que los líderes europeos, como han afirmado, están realmente dispuestos a hacer todo lo necesario para salvar al euro. Porque acudir en ayuda de la moneda única significa también liberar a España de un peso excesivo e injusto y dar a nuestra economía la oportunidad de cambiar las cosas.