La crisis ha llevado al desempleo a 3150000 trabajadores desde 2007

Madrid- No es de extrañar que Alfredo Pérez Rubalcaba repitiera ayer en la habitual rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que el dato de paro de la EPA era «malo, malo, malo». No en vano es el más elevado de la historia, aunque se haya quedado sin romper la barrera de los cinco millones, una cifra impensable al inicio de la crisis económica, en el verano de 2007.
Desde esa fecha y siempre con los datos extraídos de las EPA trimestrales, la tasa de paro se ha multiplicado por 2,67, pasando del 7,95% del segundo trimestre de 2007 al actual 21,29%
Donde más se ha notado la falta de una política económica acorde con las circunstancias ha sido en el número de desempleados. En junio de 2007, había 1.760.000 parados, que apenas año y medio después se habían casi duplicado. Todavía quedaba lo peor por llegar. La quiebra de Lehman Brothers fue la mecha que encendió el polvorín de la financiación. Con los mercados cerrados las empresas han ido cayendo como fichas de dominó y sus trabajadores engrosando las listas del antiguo Inem. El vertiginoso crecimiento se ha detenido, por el momento, a las puertas de los cinco millones de parados y 1.386.000 hogares con todos sus miembros sin trabajo, un millón más que hace un año.

Análisis
El drama se ceba con los jóvenes
- ¿Qué segmento de la población es el más afectado?
– Los grupos cuya evolución negativa resulta, trimestre a trimestre, más preocupante van en aumento. Es el caso de los jóvenes, que padecen una tasa de paro del 45,4%. Esto es, casi la mitad de los menores de 25 años que quieren trabajar no pueden hacerlo. En la misma tesitura se encuentran los parados de larga duración, que ya suponen el 46,6% de la población activa. Por no hablar del número de hogares que no reciben ningún tipo de ingreso por rentas del trabajo, que son 1,386 millones.

- ¿Han tenido algún efecto los planes de fomento del empleo?
–Resulta inquietante, en este trimestre, la destrucción de empleo indefinido, que ya nos apuntaban los datos mensuales de contratación, pero más consolidada y, en definitiva, ilustrativa de que las ganancias que cabía atribuir al nuevo contrato de fomento del empleo en los meses precedentes se han evaporado. Se estancan los ritmos interanuales de deterioro del empleo que no son capaces de quedarse por debajo del 1% de descenso hasta anunciar el fin de la debacle laboral. En definitiva, un primer trimestre que será difícil de compensar con los trimestres centrales del año y que deja la marca del paro muy cerca del nivel de los cinco millones de personas.

- ¿Existe alguna receta mágica contra esta situación?
– Es en estos momentos cuando Gobierno y agentes sociales han de seguir en su afán de pactos reformistas que consigan revertir, lo antes posible, la desmesurada sangría en el desempleo que vive España, en contraste con la mayoría de países desarrollados de nuestro entorno.
Servicio de Análisis de Agett