Estados Unidos
San Mateo un Evangelio en la mochila de la JMJ
Con el kit del peregrino se entregará medio millón de ejemplares en seis idiomas del texto del evangelista
La generación digital, la de los mensajes SMS, los tuiteos de 140 caracteres, los mensajes de Facebook de no más de cuatro líneas, la de los que aprendieron a leer sólo después de estar tres o cuatro años consumiendo televisión, recibirán con su mochila de la Jornada Mundial de la Juventud un librito escrito hace 19 siglos y medio y que es uno de los pilares de Occidente: el Evangelio según San Mateo. Será un choque de culturas, y también un viaje en el tiempo. «Descubrirás que formas parte de aquellas gentes que vieron y tocaron a Jesús de Nazaret», dice el cardenal Rouco a los jóvenes en el prólogo de esta edición de bolsillo en seis idiomas: español, inglés, italiano, francés, alemán y polaco.
Se calcula que desde principios del siglo XIX se han editado unos 7.000 millones de ejemplares de la Biblia, un «best seller» se mire como se mire. Pero el Evangelio de Mateo fue un éxito editorial ya en el siglo I, como explica el libro «Testimonio de Jesús» (Planeta), del periodista Matthew D'Ancona y el papirólogo Cartsen Peter Thiede. «El Evangelio de Mateo pronto superó en popularidad al de Marcos, que era algunos años anterior. Ofrecía al lector más emoción y sensación de inmediatez, era más estimulante, contenía más acción y más hechos de Jesús y más extensos, tenía completo el Sermón de la Montaña, por ejemplo, y las apariciones de Jesús resucitado, así como su gran mandato de evangelizar todos los pueblos hasta los confines de la tierra. No es sorprendente que haya muchos más papiros tempranos de San Mateo que de San Marcos».
Enseñar y corregir
Dos mil años después, una de cada tres personas en el mundo es cristiana (católica, ortodoxa o protestante) y tiene el texto de Mateo como Escritura sagrada, inspirada por Dios «para enseñar, para corregir, para instruir en justicia», por usar las palabras de San Pablo. Pero para la Iglesia católica es especialmente importante por recoger la escena en que Jesús proclama la Primacía de Pedro (Mateo 16, 13-20), y, por lo tanto, de sus herederos, los Papas. «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos», le dice Cristo a Pedro... y a ningún otro apóstol. Desde el siglo XVI algunos protestantes argumentan que con«sobre esta piedra» Jesús se refiere a sí mismo, pero es una teoría endeble y moderna: Jesús lo dijo en arameo y usó la palabra aramea «kefas» (gran roca o peñasco). «Tu eres Kefas y sobre este kefas edificaré mi Iglesia», sonó. Un nombre único –nadie en esa época se llamaba así– para un hombre con una misión única. Y está el signo de las llaves, tan repetido en toda la iconografía papal. Scott Hahn, antiguo calvinista especialista en la Biblia y hoy profesor católico de Escritura en la Universidad Franciscana de Steubenville (conocido en España por su libro «Roma, dulce hogar», editorial Rialp) presentó una ponencia de doctorado sobre estas llaves.
Comparó las llaves de Pedro con las del senescal o vicario Eliakim en Isaías 22,22: otro caso de rey que da las llaves del reino (las de la armería, la fortaleza, el tesoro, es decir, todo el poder) a su mayordomo en su ausencia... y con cargo hereditario, por si tardase en volver. «Fue esta conclusión lo que me llevó a convertirme al catolicismo», explica Hahn. El portador de las llaves es el representante del rey, con el poder del rey. Poco después descubrió que su «original descubrimiento» era cosa común en la liturgia católica: es frecuente que cuando en misa se lee Mateo 16 y sus llaves, vaya precedido por la lectura de Isaías 22 y las suyas.
Precisamente, este capítulo tan «papista» es el que se leerá en la misa de Cuatro Vientos este 21 de agosto en presencia de Benedicto XVI. Era el que tocaba por liturgia, y es tradición en las Jornadas Mundiales de la Juventud regalar un Evangelio a los jóvenes, que sea el que toque leer según el calendario litúrgico. Lo que es novedad es que cada ejemplar del librito incluya seis idiomas, y también es novedoso que el texto sea el oficial de las Conferencias Episcopales de diversos países: así, los peregrinos de Inglaterra o de Australia podrán leer la versión en inglés de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos; los miles de hispanoamericanos conocerán la nueva traducción de la Conferencia Episcopal española; y las otras versiones son las de las conferencias episcopales de Francia, Alemania, Italia y Polonia. «Este tesoro contiene todo lo que el hombre necesita para salvarse», afirma el cardenal Rouco al presentar el librito.
Quizá está pensando en un capítulo que conocemos gracias a Mateo (Mt 19,16), el del joven que pregunta a Jesús: «¿Qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?» Jesús es exigente: «Vende lo que tengas, luego ven y sígueme». Y el evangelista detalla: «Al oír esto, el joven se fue triste, porque era muy rico».
Rouco Varela: «Será tu aliento en momentos bajos»
A continuación extractamos parte del prólogo escrito por el cardenal Rouco: «Querido amigo: este pequeño libro que tienes en tus manos excede en grandeza a cualquier otro, pues contiene el Evangelio de Jesucristo, es decir, el anuncio de la salvación del hombre. Es como un tesoro que hubieras descubierto en el campo; o como una perla preciosa de inconmensurable valor. Quien ora con él encuentra la palabra viva de Cristo; quien ajusta su vida a sus enseñanzas se parece a aquel hombre del que habla Jesús al final del sermón de la montaña, que edifica su vida sobre una roca firme que resiste todas las inclemencias y desastres [...] Quien lo escribió, san Mateo, fue apóstol de Cristo, que lo sacó de negocios poco limpios y lo unió al grupo de los Doce. Fue testigo de sus palabras y hechos. Compartió su vida y nos trasmitió una parte de ella en las páginas de este evangelio. Por eso, te animo a apreciar este tesoro que contiene todo lo que el hombre necesita para salvarse. Metido en tu mochila será tu mejor compañero para esta Jornada Mundial de la Juventud; será tu alimento y el agua viva que te refrescará por dentro. Será tu aliento en momentos bajos, y, si lo lees y meditas en tu corazón, descubrirás que tú también formas parte de aquellas gentes que vieron, oyeron, tocaron a Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, porque las palabras de fe del Evangelio traerán a Jesús a tu misma vida, lo sentirás cercano y podrás hablar con él cara a cara, como con un amigo».
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