Barcelona

El president cree que el debate sube la tensión

La polémica votación que tendrá lugar mañana en el Parlament para prohibir la Fiesta Nacional, a propuesta de una iniciativa popular, llega en un momento de cierta tensión y de ánimos crispados en Cataluña.

La Razón
La RazónLa Razón

De ahí que el president de la Generalitat, José Montilla, se sienta incómodo con que esta iniciativa parlamentaria se tramite en plena controversia sobre la reforma estatutaria y sobre si el Tribunal Constitucional ha vulnerado o no el deseo del pueblo catalán con su fallo. El Molt Honorable hubiera preferido que su calendario parlamentario fuese otro diferente al actual, después del descontento expresado en la calle por una parte de los catalanes hacia Madrid, según confirman a LA RAZÓN fuentes gubernamentales. «Que duda cabe de que este debate genera más ruido» del que ya existe, sentencian estas mismas fuentes. «Echa más leña al fuego», aseguran en la calle Nicaragua, cuartel general del PSC en Barcelona, en una época en que el independentismo ha encontrado un caldo de cultivo en la sentencia del Constitucional. Pese a ello, Montilla no abordó esta cuestión durante su encuentro el jueves pasado con el presidente del Gobierno en La Moncloa. La entrevista pivotó alrededor del fallo del Alto Tribunal y de cómo reparar el daño moral causado a Cataluña. En contra de prohibirMontilla está por principio en contra de que el Parlament prohiba la Fiesta Nacional. No obstante, los toros no figuran entre sus aficiones, aunque en alguna ocasión se le ha visto en el palco presidencial. Por eso su voto será contrario a la iniciativa popular. Pese a su postura, el PSC ha dado libertad de voto. Según fuentes socialistas, serán pocos los que respalden la prohibición. Y, desde luego, niegan que esta votación se mueva en términos de mayor o menor catalanidad de los parlamentarios del PSC. «Se verá cuando se conozcan los nombres», aseguran.