CSIF-Andalucía ante el fraude de los ERE por Rafael HURTADO

Cuando, movidos, como no podía ser de otro modo, por la idiosincrasia de CSIF Andalucía, por el interés común y la defensa de los valores democráticos, decidimos –después de un arduo y sopesado trabajo en todos los estamentos de nuestra organización– personarnos en la causa por los ERE fraudulentos en Andalucía, pronto nos surgió la pregunta de cómo unos rectores, que deben administrar y gestionar los bienes de una comunidad tan necesitada como la nuestra, podrían actuar con tan malévolos planes y con una falta de rigor, de honestidad y de interés público tan visibles. Desde que nos constituimos como sindicato, con la llegada de la Democracia, por nuestra cabeza no han pasado otros valores que el deber a la ciudadanía, la honestidad en nuestras acciones y la defensa de los intereses económicos y profesionales de los trabajadores y, sobre todo, de los parados. Ahora sólo nos preguntamos de qué forma tan deshonesta con los intereses de nuestra región actúan los responsables de algunos partidos políticos y sindicatos.
CSIF tiene las cosas claras. Quizá por eso molestamos, somos un incordio y nos insultan y vilipendian. Estamos siempre en la defensa de los valores democráticos, de la legalidad y de la independencia como uno de los pilares en los que hemos cimentado nuestra historia. Por eso entendíamos un deber para con la ciudadanía andaluza el personarnos en la causa, respondiendo así al clamor popular de nuestros afiliados ante quizá el mayor escándalo que hemos vivido como autonomía, el principal desfalco que han sufrido nuestras arcas, el mayor dispendio del dinero destinado a los parados en estos tiempos de necesidades vitales y penurias laborales y sociales. Estas acciones, unidas al entramado jurídico que rodea la reordenación del sector público y que demuestran la falta de valores y la actitud antidemocrática de la Administración pública andaluza, decantaron la balanza hacia el personarnos y el buscar la reposición de lo vulnerado por lo legal. La utilización de la llamada administración paralela y de entes instrumentales para hacer los pagos indebidos no es sino otra muestra más de la desviación de los fondos hacia el interés y el beneficio de sus socios y conniventes en vez de la búsqueda de soluciones para una crisis que ha dejado ya a más de un millón de parados andaluces.
Por ello, nuestro sindicato, en consonancia con nuestros valores y en disonancia con los sindicatos de clase, seguirá apostando por la transparencia y la legalidad. Más allá de siglas, colores e ideologías. Siempre con los trabajadores, los valores democráticos y el interés de la ciudadanía.

Rafael Hurtado de Mendoza es presidente de CSIF-Andalucía