Cristiano tres en uno

MADRID- Por segunda vez en la historia de los nueve clásicos (éste y el de la pasada final de la Copa del Rey) que llevan disputados Messi y Cristiano, donde siempre hay un duelo personal entre ambos más allá del colectivo, el portugués le ganó la batalla al «10» culé. 1-0, a favor del madridista, que consiguió su cuarto gol de clásico, mientras Messi se quedó sin igualar las 14 dianas de Di Stéfano y César Rodríguez ante el eterno rival. De esta manera, Cristiano Ronaldo se sacude la ansiedad tras dos partidos sin marcar. Y esta vez sí lo celebró.

«CR7» fue ayer un tres en uno: delantero que abrió el marcador, extremo cuando el juego se disputaba en el centro del campo y lateral cuando el Barça llegaba a zona peligrosa. Un sacrificio defensivo para formar parte de esos 5-4-1 y 4-5-1 transitorios y alternantes, que le privaron de poder prodigarse más en ataque. Prueba de ello y de que el 4-3-3 inicial sólo fue eso, inicial, fue que Cristiano recibió el pase de gol de Benzema, pase en largo, cual magnífico centrocampista. El francés no escondió que con el planteamiento que Mourinho había ordenado, «los delanteros rivales sufren más», pero ellos pierden metros de llegada.

Messi demostró que le falta algo de velocidad punta desde que volvió de las Navidades. Aún así, el argentino, en su partido 300 con el Barcelona, dio el pase a Abidal en el gol de la victoria, ofreció otro más a Cesc e incluso pudo zafarse de la opresión de movimientos a la que le sometieron Lass y Xabi Alonso y tuvo una ocasión clara en el minuto 25, que desbarató Casillas.

Cristiano hizo lo que su entrenador le pidió. Marcar a la contra y guardar la ropa. El portugués ha dejado de lado todo arranque individualista en los partidos y ayer se le vio buscar siempre a un compañero para pasar el balón como primera opción. Y Mourinho se lo recompensa con una agradecida e incendiaria defensa ante la Prensa si no se le valora el buen hacer defensivo, marque o no marque en un partido. Pensar de otra forma ya le causó un disgusto a Cristiano Ronaldo. Se vio fuera un partido por decir en relación el estilo defensivo de su equipo, tras las semifinales de la Liga de Campeones, que a él no le gustaba jugar así, pero tenía que adaptarse.