Decíamos ayer Julián García Candau

Decíamos ayer y diremos mañana y pasado. Aunque Casillas opina que tanto Real Madrid-Barcelona acaba por ser partido descafeinado, la eliminatoria de Copa, que estaba anunciada, acabará calentándose como ocurre con todos los enfrentamientos de ambos adversarios.

Iker Casillas resta importancia y Mourinho ya ha dicho que lo importante es ganar la Liga. Lo dice ahora que lleva cinco puntos de ventaja, y entra en cálculos no demasiado optimistas que la ganara, y la Copa puede ser un tropiezo. De cualquier manera, los encuentros entre ellos acaban siendo grandes acontecimientos.

Las confrontaciones en las que ha estado presente José Mourinho en el banquillo madridista dan cifras que validan la superioridad azulgrana. El Madrid, por el contrario, juega con el hecho de haberle ganado la final de Copa, que no es título a despreciar. A dos partidos venció el Barça en Liga de Campeones la temporada pasada.

En Liga queda el partido del Camp Nou que, presumiblemente, no servirá para adelantar al Madrid en la clasificación porque el equipo barcelonés este año es menos fiable de lo que era fuera de casa y puede tropezar con otro Espanyol dispuesto a dar la cara. Quedan tal vez otros dos partidos en Liga de Campeones y ojalá restara el mejor, o sea, la final del torneo.

De momento, tenemos por delante la eliminatoria copera y, como decíamos ayer y hemos dicho otras veces, es la final anticipada. En los dos puestos de mando están recurriendo a la coartada de las lesiones. Se curan en salud.

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