Agitación civil
Preparados para lo peor
Los egipcios ven cada día más claro que el Ejército no dará el poder a los civiles. Muchos almacenan comida por si vuelven las revueltas
El Cairo-Los egipcios tendrán que esperar todavía unos días para saber quién es el nuevo presidente del país, mientras los rumores y los miedos crecen. La Comisión Electoral ha pospuesto el anuncio de los resultados oficiales hasta el fin de semana, desatando las especulaciones sobre un posible cambio de los datos preliminares y un nuevo «golpe» por parte de los jueces que supervisan el proceso electoral, que son los mismos que la semana pasada dieron lugar a la disolución del Parlamento.
Los Hermanos Musulmanes, que se proclamaron ganadores rápidamente y de forma extraoficial para asegurarse que nadie manipulara los resultados, aseguran que su candidato, Mohamed Mursi, es el nuevo «rais» con un 52% de los votos. El grupo, con el apoyo de otros movimientos islamistas, ha iniciado una acampada en la plaza Tahrir y ha llamado a multitudinarias manifestaciones hoy, viernes, para demostrar que no se dejarán robar la presidencia y para seguir así presionando a la Junta militar, que gobierna de facto Egipto.
La lucha por el poder entre ambos no ha hecho más que empezar y la propaganda es un arma fundamental. Los medios estatales egipcios, pero también televisiones y cabeceras privadas, han insinuado que, si los Hermanos Musulmanes fueran finalmente eliminados a favor del candidato mubarakista Ahmed Shafiq, podrían responder violentamente. Uno de los líderes del grupo, Saad al Katatni, ha asegurado que lucharán «a través de las instituciones y en las calles» de forma pacífica, y que un escenario a la argelina, con una prolongada guerra civil entre islamistas y militares no es posible.
Aun así, muchos egipcios, confusos y manipulados, se preparan para lo peor, gane quien gane. Ya circulan mensajes que piden a los ciudadanos que almacenen comida. Se teme que pueda haber otra ola de protestas si es declarado ganador Shafiq, procedente del régimen, en un claro intento de los militares por mantenerse en el poder y asegurar sus privilegios. El candidato, en su primera aparición tras las votaciones, dijo anoche confiar en ser «el ganador legítimo». Los últimos movimientos de la Junta preocupan también a EE UU y la Unión Europea, y Human Rights Watch se sumaba ayer a las voces de denuncia: «Los generales están expandiendo su autoridad más allá de los poderes de los que gozaban en la época de Hosni Mubarak», dice la ONG en un comunicado, «es evidente que no habrá una entrega real del poder a una autoridad civil el próximo 30 de junio».
✕
Accede a tu cuenta para comentar