Berlín

ANÁLISIS: Resulta eficaz por Ignacio Buqueras

La Razón
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Con esta medida se persigue un ahorro energético. ¿Es realmente eficaz?
–Desde la comisión hemos reiterado que tiene poca efectividad. Según los últimos datos, el ahorro energético, el motivo inicial para que se implante este cambio de horario, supone para las familias un ahorro de 6 euros al año. Y para el mundo de la empresa, conlleva un ahorro de energía de entre un 3% y 4%. Es muy poco.

¿Cuáles son los medidas más recomendables?
–Existen medidas mucho más útiles y productivas en el ahorro energético. Entre otras cosas, pedimos el cumplimiento del Plan Concilia, aprobado en 2005, y que estipula que todos los organismos oficiales deberían apagar las luces a las 18:00 horas. Sin embargo, nunca ocurre así. Y es una luz, un aire acondicionado y una calefacción que pagamos todos los españoles. En este país somos líderes en pasarnos horas en el puesto de trabajo, y en productividad está a la cola. Trabajamos 276 horas más que la media alemana, y, sin embargo, nuestra productividad está muy alejada de la de ellos. Debemos cambiar la cultura del presentismo por la eficiencia, buscando la excelencia.

¿Le «sienta» bien el cambio de horario de España?
–España debería tener el horario solar que le corresponde como país enmarcado dentro del meridiano de Greenwich: es la misma hora que tienen los canarios, los ingleses o los portugueses. De hecho, es lo que había tenido España hasta el 2 de mayo de 1942. Se cambió la hora como una medida provisional del régimen anterior, derivada de la II Guerra Mundial, con el fin de tener la misma hora de Berlín. Pero finalizada la contienda, Inglaterra, Portugal e Irlanda volvieron a su horario. Aquí tenemos un horario equivocado. No seguimos el horario solar, que se corresponde a una hora menos. Y nos altera altera los biorritmos, aunque nos hemos ido acostumbrando.
 

Ignacio Buqueras
Presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios