España

Nuevo programa por José María Aznar Botella

La Razón
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El Foro Ambrosetti se está quedando pequeño para acomodar a toda la burocracia europea. El panel de la mañana de ayer, contaba con la presencia del presidente de la UE, señor Van Rompuy, el vicepresidente de la Comisión y comisario de Asuntos Económicos, Oli Rehn, el tambien vicepresidente de la Comisión y comisario de la Competencia, señor Almunia y el cosejero delegado del MEEF, señor Regling y el señor Barnier, comisario para el Mercado Interno de la Unión. Ausentes estaban el presidente del Eurogrupo, el presidente de la Comision Europea, el presidente del BCE y por supuesto la jefa de todos ellos, la canciller Merkel. Les prometo que no estoy de cachondeo, todos estos cargos existen y algunos más. Les recomiendo que se familiaricen con ellos, les busquen en Google y lean sus perfiles de Wikipedia, pues aunque no pueden votar en las urnas a ninguno de ellos, serán los que tomen las decisiones que tanto afectarán a nuestras vidas. Esa es la triste realidad de España, que el jueves fue condenada a someterse a un nuevo programa establecido por el BCE. Que no le quepa duda a nadie, España se acogerá a este nuevo programa porque aunque se resista, el mercado le obligara a ello. Habrá nueva condicionalidad y más ajustes y será la difícil tarea de nuestro Gobierno, el vender los nuevos ajustes de forma que no produzcan una explosión social paralizadora del país. Hay quien piensa que la mayoría del ajuste ya está hecho. No pueden estar más equivocados. De una crisis fiscal sólo se sale creciendo y lo que nos dijeron el jueves, es que la recesión va a peor. La compra de deuda por el BCE mitiga el riesgo sistémico en la Unión y nos compra algo de tiempo, pero no tanto. La tan hablada y fundamental Unión Bancaria fracasará, se quedará en mera supervisión común, porque no incluirá lo verdaderamente esencial, un fondo de garantía de depósitos paneuroeo al que se niega Alemania. Tarde o temprano volverá la tensión en la Eurozona y nosotros estaremos en mitad de un programa administrado por el BCE y el FMI. Para el que después del jueves todavía esté dando palmas, que se acuerde de que a los griegos les acaban de pedir que trabajen los sábados.