Agenda por Ana Pastor

¡Vaya agenda social que nos tenía reservada Gobierno socialista! El paro ha vuelto a crecer, 68.000 personas más han perdido el empleo en octubre y nos acercamos al lamentable récord de un 22 por ciento de paro. Más de cuatro millones de personas en paro, el recorte del salario a los funcionarios, la congelación de las pensiones, la subida de los impuestos, menos recursos para la dependencia, el déficit de 11.000 millones de euros en el Sistema Nacional de Salud, es un balance ciertamente lamentable del que sin ninguna duda los socialistas no quieren ni oír hablar. Como también hacen oídos sordos a lo que sin ninguna duda es la mayor urgencia en política social junto con la generación de empleo, la financiación sanitaria. La urgente e imperiosa necesidad de tomar medidas para que nuestro Sistema Nacional de Salud no pierda la equidad, la cohesión y la calidad que le han permitido ser considerado uno de los mejores del mundo. ¿Qué medidas son urgentes? Preocuparse del agujero de más de 11.000 millones de euros que tiene la Sanidad y de las desigualdades en el acceso, prestación y cartera de servicios sanitarios es urgente. La Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, cuyo objetivo fundamental era preservar y mantener nuestro magnífico Sistema Sanitario, después de más de 6 años de gobierno socialista no se está cumpliendo. Cada día hay más desigualdades: en la cartera de servicios –la diferente atención a un paciente con infarto agudo de miocardio es una realidad inasumible– (no hay unidades de hemodinámica con atención las 24 horas, generando un acceso desigual al tratamiento de los pacientes infartados). Como inasumibles son las diferencias en el acceso a las vacunas o que una Comunidad Autónoma haya decidido de forma unilateral el acceso gratuito a los fármacos para niños de menos de un año, lo cual puede ser muy bueno, pero el problema es que todos los demás tienen que pagar el 40 por ciento del coste. Sería más que recomendable que ahora que el Ministerio de Sanidad lleva en su nombre la palabra Igualdad «con mayúsculas» se preocupe de la igualdad de los españoles en salud. Una buena Agenda Sanitaria sería, menos demagogia, menos oposición a la oposición y financiar el agujero que tiene el Sistema Sanitario para que no pierda ni su cohesión ni su calidad.