Cayetano adiós temporal a los ruedos »

MADRID- Cayetano Rivera Ordóñez anunció ayer de manera oficial su decisión de «apartarse temporalmente de los ruedos» la próxima temporada tras cerrar precisamente su campaña de 2012 en la tarde de ayer en Hellín (Albacete), donde salió por la puerta grande, la última por el momento, junto al francés Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera tras cortar sendas orejas a cada toro de su lote de Las Ramblas.

«Es una decisión muy meditada y se trata sólo de una pausa en mi trayectoria, tras ocho años de entrega absoluta a mi profesión, quiero dedicar este tiempo a otros proyectos que también me ilusionan», afirma el torero de dinastía en el breve comunicado remitido a los medios al término del citado festejo, momento en el que decidió comunicar a su cuadrilla sus intenciones de cara al futuro. «Es una noticia que quiero compartir con mis amigos y con los aficionados, es un paréntesis en esta profesión que tanta satisfacción me ha dado y, por supuesto, seguiré apoyando el mundo del toro», comentó el torero, perteneciente al denominado G-10, grupo de figuras del que hasta la fecha ha sido uno de sus miembros más activos.

El diestro, de 35 años, termina la nota agradeciendo «el respaldo y el cariño recibido durante estos años» antes de despedirse con un «hasta pronto». No en vano, la intención del diestro es tomarse un respiro delante del toro por cuestiones tanto personales como profesionales. En este sentido, aunque la decisión estaba ya bien madurada, Cayetano optó por no anunciarla hasta acabar con sus compromisos. Pese a ello, la noticia corrió como la pólvora a media tarde en las redes sociales y entre los profesionales del toreo. El anuncio parecía inminente, cuestión de unas pocas horas y rebasadas las ocho de la tarde se hizo público el comunicado del diestro.

Con una vocación tardía, Cayetano tomó la alternativa de manos de su hermano Rivera Ordóñez «Paquirri» el 9 de septiembre de 2006 en Ronda (Málaga), una de sus plazas talismán. No en vano, fue en la misma Maestranza de Ronda, donde había debutado con picadores un año antes allá por el mes de marzo. Fue su festejo de presentación –y de trampolín para un año fulgurante en el que lidió 53 novilladas cortando 85 orejas– después de varios meses de concienzuda preparación en el campo junto a su apoderado y tío Curro Vázquez. El matador de toros madrileño ha sido su sombra y escolta durante estas ocho temporadas. Un ángel de la guarda con el que ha compartido miles de kilómetros, la miel de los triunfos y la hiel de las cornadas, que también le acompañaron varias temporadas como las sufridas en Baeza (Jaén) en 2010 o la que le frenó este año en Jerez de la Frontera. No fue el único percance que lastró su labor este curso, puesto que un esguince en el tobillo en la Feria de la Begoña en Gijón lo mantuvo varias semanas en el dicque seco. Pese a ello, y en una temporada marcada por el descenso en el número de festejos, Cayetano firmó dieciocho paseíllos en los que cortó diecisiete orejas. Las dos últimas ayer en la manchega plaza de Hellín, ruedo en el que el torero dinástico, todo vocación, pues no pasó por ninguna escuela antes de debutar con los del castoreño, ha querido escribir su provisional punto y aparte vestido de luces.