OPINIÓN: Jóvenes

En una reciente encuesta publicada por el Instituto de la Juventud, el 15% de los jóvenes justificaba la violencia de género, siendo práctica consentida por mujeres adolescentes el control permanente por parte de jóvenes con los que mantienen relaciones afectivas, lo que viene a producir una clase de violencia, la psicológica.

Lo expuesto produce preocupación, en mayor medida cuando el aumento de las muertes de mujeres a manos de sus parejas está llegando este año a cotas superiores a las de años anteriores. La reflexión debe ser profunda, para llegar a conocer qué estamos haciendo mal.

El porcentaje de jóvenes a los que no perturba la violencia de género es inaceptable porque han crecido en una sociedad que lleva muchos años luchando contra esa lacra, y lo que era tolerado por sus abuelas, y aún por sus madres, debería estar erradicado de su escala de valores positivos. Seguramente, los mensajes que se envían desde los medios de comunicación y desde distintos ámbitos no son suficientes, porque ellos son más permeables a lo que ven que a lo que se les dice. Sus códigos sociales reflejan los roles que adoptan sus padres, y de los valores que éstos les trasmiten a través de su conducta.

Educar a los jóvenes en la tolerancia 0 hacia la violencia doméstica y de género es la medida más eficaz, aunque sea a largo plazo, para evitar estas muertes que nos duelen tanto.