Brooklyn

«Little Italy» en pleno Madrid

El nuevo restaurante de Ignazio Deias, Brucculino, combina la esencia de la cocina tradicional de los emigrantes de Italia con las influencias culinarias de las que se impregnaron en Estados Unidos 

«Little Italy» en pleno Madrid
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Parte del encanto de Nueva York reside en su mezcla de culturas y sabores, más aún cuando cruzamos el famoso puente de Brooklyn... o Bruccolino, como dicen los italianos... Pero no hace falta irse hasta la gran manzana para comerse el sueño americano al más puro estilo «little Italy». Ignazio Deias acaba de abrir en Madrid un nuevo restaurante que combina la esencia de la cocina tradicional de los italianos que emigraron a América con las influencias culinarias de las que se impregnaron en Estados Unidos. El resultado es un local coqueto y acogedor, perfectamente ambientado y con una carta muy divertida que nos invita a disfrutar de una comida informal.
Con la carta en la mano, podemos abrir boca con una suculenta bruschetta Vucciria: una tosta con tomate, queso de oveja, cebolla y anchoa perfecta para los amantes de los sabores fuertes. Algo más ligerito resulta la ensalada de rucola, pera y parmesano, aunque la «melanzane alla Sinatra» también es perfecta para empezar, pues se trata de un delicioso milhojas de berenjena, tomate y queso que se deshace en la boca.
Si lo suyo es el arroz, no puede dejar escapar el risotto con setas y queso. Pero tampoco es fácil resistirse a la amplia selección de pizzas. Los indecisos lo tienen complicado, ya que las hay light, como la Rodolfo Valentino, con tomate, mozzarella y verduras, o contundentes, como la Volareeee!!!, blanca con queso de oveja y crema de trufa negra.

Ración abundante
La pasta, obligada entre estas cuatro paredes, puede llegar en forma de espaguetis con albóndigas y tomate, o de ñoquis de patata con queso azul gorgonzola o de cintas con setas, trufa negra y queso. Cualquier opción es un acierto, ya que las raciones son abundantes y la fusión de sabores es muy equilibrada. Para aquellos a los que les puede la carne, hay cinco apetitosas hamburguesas de ternera: con beicon y huevo, con setas y trufa, con rúcola y parmesano...
Aunque suene difícil con tanta propuesta sugerente, hay que dejar hueco para el postre. El tiramisú está delicioso, pero la clásica panna cotta tampoco defrauda.
Durante el mediodía, puede optar por los menús Bruc (11,80 €) y Brucculissimo (15,80 €), que incluyen pan, aperitivo, un primero, un segundo y un postre. Lo complicado será elegir.