Cataluña

Un fuego asusta a la Cerdanya en la recta final de la ola de calor

El incendio, avivado por el viento, obliga a confinar a los vecinos de Guils

El incendio provocó una enorme humareda que fue visible desde toda la comarca
El incendio provocó una enorme humareda que fue visible desde toda la comarcalarazon

BARCELONA- Un incendio originado al mediodía de ayer cerca de Ger (Girona) dio el susto antes de que termine la ola de calor que está azotando estos días a España. Las llamas, impulsadas por el fuerte viento que sopló en la comarca de la Cerdanya, quemaron 250 hectáreas de masa forestal y matojos, pero no causaron daños personales, pese a que algunos vecinos optaron por abandonar la zona. Al cierre de esta edición, el incendio aún no estaba controlado, pero las llamas eran cada vez menos activas. La enorme humareda se pudo ver desde toda la comarca.

Humo peligroso
Protección Civil pidió por precaución a los vecinos de Guils de Cerdanya que no abandonasen sus casas hasta que el fuego estuviera controlado, aunque se precisó que el confinamiento fue por el humo, no por las llamas. Este aviso finalizó a las 22.00 horas. Para abastecer de agua a los helicóteros desplazados se desalojó la piscina municipal, y además obligaron a marcharse a las personas del refugio de la Feixa.
Los Bomberos de la Generalitat explicaron que recibieron un aviso sobre las 14.32 horas,que indicaba que se estaba quemando una zona de rastrojos en el término municipal de Niula, al lado de Ger. Al lugar se desplazaron 18 medios aéreos y 54 unidades terrestres, que recibieron la ayuda de un hidroavión del Ministerio de Medio Ambiente y de dos vehículos de bomberos franceses y otros dos de Andorra.
Horas después de que comenzaran las labores de extinción, empezó a llover. El agua ayudó a las tareas de los bomberos, que se habían complicado por culpa de unas fuertas rachas de viento que superaron los 45 kilómetros por hora. Sobre las 20.00 horas, los bomberos consiguieron paralizar el flanco derecho del fuego, pese a que las llamas seguían activas.
Estas rachas de viento eran fruto de unas turbulencias causadas por las tormentas que se produjeron por la tarde en el Pirineo. El incendio ocurrió el mismo día en el que las temperaturas en algunas poblaciones superaron por segundo día consecutivo los 40 grados.
Por su parte, fuentes del Servei Català de Trànsit (SCT) explicaron que las llamas obligaron a cortar la circulación en la pista forestal de Meranges, aunque no hubo molestias para los usuarios de vías y carreteras importantes, más allá de restricciones en la carretera de Guils a Fontanera.